Nostalgia
Era casi un ritual para los más pequeños: primero, sonaba ese sonido tan característico; después, iban corriendo en su búsqueda como si un asunto de vida o muerte se tratase; y, finalmente, atendían a sus mascotas virtuales con todo el decoro del mundo. El fanatismo que despertaron los Tamagotchis en la década de los 90 fue único. De hecho, por aquel entonces, lo raro era ver un niño sin uno de estos huevos cascados. Estas maquinitas irrumpieron en nuestras vidas con tanta fuerza que hoy, 25 años más tarde, siguen haciéndolo con versiones que se valen de la nostalgia para seguir triunfando. Bandai acaba de anunciar el modelo Pix y, por supuesto, el revuelo ya está más que montado.
Nacieron en 1996, en pleno auge de la PlayStation y la Game Boy. Concretamente, en la era de los Pokémon y los Digimon. Sin embargo, esa férrea competencia no impidió que el hermano tecnológico de Calimero encontrase su hueco en 82 millones de hogares. Su concepto, su tamaño y su precio los convirtió, en muy poco tiempo, en el mejor amigo del joven noventero. Su creadora, Aki Maita, tuvo la brillante idea de trasladar al mundillo digital la relación que cualquiera podía tener con sus perros o gatos. El objetivo era fomentar, desde edades muy tempranas, sentimientos de responsabilidad y habilidades de comunicación. ¿Cómo? Alimentando al dispositivo, jugando con él, controlando su sueño…
La mirada de los padres mezclaba estupefacción y desconcierto a partes iguales: sus hijos vivían preocupados por sus nuevos colegas, hablaban con ellos en la distancia, les preguntaban sus intereses, organizaban sus horarios en función de sus demandas… No hay que olvidar que, en este momento, las nuevas tecnologías aún se encontraban en un estado muy primigenio y que, si acaso, los más adinerados podían contar con algún teléfono móvil entre sus enseres más preciados. Así, poco a poco, los Tamagotchis consiguieron que algo que parecía totalmente exótico en España empezara a volverse de lo más común. Tanto que, en pleno 2021, aún se sigue hablando de ellos, ocupando un hueco (más o menos especial) en nuestras memorias.
“Sin duda, se trata de una marca verdaderamente conocida a través de las generaciones”, sostiene Tara Badie, directora de Estrategia de Bandai América, en un comunicado. No en balde, existen 47 referencias distintas que se han distribuido desde 1996 hasta 2019. Ese año, llegó al mercado el modelo On, un diseño pensado para conectarse por bluetooth a otros aparatos y que nuevamente volvió a llamar la atención de buena parte de los infantes. Pero no sólo eso, también removió alguna que otra entraña en los que ya se acercaban a la treintena. Por ello, ya sea por seducir nuevos clientes o para reconquistar a viejos seguidores, la compañía ha querido seguir expandiendo su juego a través de su próximo y carismático Pix.
Éste, que saldrá a la venta a finales de mayo, mantiene su reconocida forma ovalada con tres botones en la parte inferior. Aunque con un matiz: ahora, son táctiles y se encuentran integrados en una pantalla a todo color. Como novedad, incorpora una cámara fotográfica en la zona trasera que permite capturar momentos para que la mascota pueda introducirse en los entornos domésticos. Es una de las claras estrategias de la empresa para potenciar y adaptar la interacción y las funcionalidades al momento actual. Así, a partir de ahora, la forma en la que crezcan estos muñecos y la decoración que se adopte para su hábitat influirán en la futura profesión que elijan, así como en los huevos que el usuario podrá disponer una vez que haya crecido su primer compañero virtual.
Pugna tecnológica
Con el nuevo terminal, se incluye la posibilidad de pintar, pedir comida a domicilio, cocinar, bailar o moverse por espacios reales para descubrir cosas, conocer nuevos amigos y compartir regalos. No obstante, la forma en que se eduque al dibujito seguirá siendo igual de importante que antes, ya que determinará su jugabilidad y la posibilidad de seguir avanzando en su desarrollo personal y profesional. Tal es la revolución que ha desatado este artilugio a lo largo del tiempo que de él han surgido numerosas películas, músicas, series e incluso títulos desarrollados para otras consolas, como la Nintendo DS o la Wii. En cambio, ninguno de ellos consiguió revalidar el éxito del original.
Quizá, la nueva apuesta de Bandai sí lo consiga. Aunque todo parece indicar que no lo pretende, pues simplemente el hecho de ofertar dosis de nostalgia ya resulta más que rentable. En cualquier caso, nunca está demás seguir aportando novedades. En esta última versión, por ejemplo, se permite a los usuarios conectarse (sin necesidad de internet) con la mascota de un amigo mediante un código QR para jugar juntos y enviarle obsequios. A partir de agosto, además, está previsto que puedan acceder a la red para ampliar la experiencia con nuevas misiones, objetos y agasajos. Finalmente, como curiosidad, el nuevo Tamagotchi puede configurarse en varios idiomas, incluido el castellano, y ya está disponible en preventa, en dos colores: rosa y morado. Su precio asciende a 59,99 euros, una cifra asequible en comparación con la de sus principales competidores.