Inteligencia Artificial
ChatGPT, la IA que soñó Turing
Setenta años atrás Alan Turing diseñó una prueba para determinar si una IA podía engañar a un humano. ChatGPT la pasó, con matrícula.
En 1950 Alan Turing (padre de la computación y quien descifró los códigos nazis de la máquina Enigma) desarrolló la prueba que lleva su nombre. Básicamente se trata de un juego en el que, mediante un diálogo entre un humano y una máquina (o un programa), esta última debe hacer creer al humano que se encuentra frente a una persona. Turing la desarrolló como una forma de medir la inteligencia de una máquina. Y puede que ChatGPT se haya convertido en la IA que soñó Turing
Menos de un mes atrás ChatGPT, básicamente un chatbot de inteligencia artificial, pasó el test de Turing. Sin duda se trata de un hito significativo en el campo de la inteligencia artificial. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la prueba de Turing no es una medida perfecta de inteligencia artificial. Todavía hay muchas formas en las que ChatGPT no puede equipararse con la inteligencia humana.
En la prueba, ChatGPT engañó a un panel de jueces para que pensaran que era un humano con quien estaban nteractuando. Esto se logró mediante una combinación de procesamiento del lenguaje natural, gestión del diálogo y habilidades sociales. El desempeño de ChatGPT en la prueba de Turing fue impresionante. En una serie de pruebas, pudo conversar con evaluadores humanos e imitar de manera convincente respuestas similares a las humanas. En algunos casos, los evaluadores no pudieron distinguir las respuestas de ChatGPT de las de un ser humano.
Este éxito muestra que el modelo de lenguaje GPT-3 que utiliza esta IA tiene la capacidad de producir respuestas similares a las humanas que pueden engañar incluso a jueces experimentados. Pero…¿qué significa esto? Por un lado, abre la posibilidad de usar chatbots como ChatGPT para una variedad de aplicaciones, como servicio al cliente, traducción de idiomas e incluso escritura creativa. También tiene el potencial de revolucionar la forma en que interactuamos con las máquinas, ya que los chatbots como ChatGPT pueden proporcionar medios de comunicación más naturales e intuitivos.
A medida que ChatGPT aprenda más sobre su interacción con los humanos y mejore sus habilidades sociales, más complejo será reconocerlo como una IA y más usos tendrá. Aún así, esto no significa que pueda equipararse con un humano en muchos aspectos. Por ejemplo, todavía no es capaz de comprender verdaderamente los matices de la conversación humana (ironía y sarcasmo es algo se se aprende con el tiempo y tienen un importante componente cultural) Tampoco destaca en lo que respecta a creatividad, algo para lo que no basta un conocimiento enciclopédico, también hay que saber relacionarlo con elementos actuales y una dosis de imaginación.
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