Turismo espacial
Esta es la razón por la que un estudio científico desaconseja mantener relaciones sexuales en el espacio
Un equipo de investigadores alerta de los riesgos de la “concepción humana descontrolada” en el sector del turismo espacial
El turismo espacial es algo que actualmente solo se pueden plantear las mayores fortunas del planeta, pero a lo largo de los próximos diez años los vuelos al espacio se irán haciendo más comunes, más largos con una duración de hasta semanas y, por tanto, más proclives a darse diversos tipos de situaciones. Bajo esta hipótesis, un estudio científico recientemente publicado advierte de los potenciales riesgos de mantener relaciones sexuales y concebir un ser humano en el espacio y señala la necesidad de establecer un debate sobre este tema y los estándares que deben ofrecer compañías como Virgin Galactic y Blue Origin que están desarrollando el sector.
“No es realista suponer que todos los participantes del turismo espacial se abstendrán de actividades sexuales mientras estén expuestos a la microgravedad y a mayores niveles de radiación ionizante durante los vuelos espaciales. Esto plantea la posibilidad de una concepción humana descontrolada en el espacio, lo que representa un riesgo significativo para el emergente sector del turismo espacial”, señala el estudio del equipo encabezado por David Cullen, profesor de Astrobiología y Biotecnología Espacial en la Universidad de Cranfield, Reino Unido.
El problema viene si se produce la concepción de una persona fuera de la protección de la atmósfera terrestre y con las primeras fases de la reproducción humana, como la formación del cigoto y su implantación, teniendo lugar en estas condiciones.
“Nuestro conocimiento de los efectos de estos entornos espaciales en la etapa temprana de la reproducción humana y las consecuencias a largo plazo para la descendencia humana está en pañales”, explica el estudio que cita como resultados perjudiciales tanto los de naturaleza biológica como comercial. En el primer caso, “complicaciones para la madre” y “anomalías del desarrollo en la descendencia humana”; en el segundo, “litigios, daños a la reputación y pérdidas financieras”.
Las consecuencias no tienen por qué darse sólo en el caso de producirse una concepción en el espacio, sino también posteriormente dado que los efectos de la radiación en los espermatozoides pueden durar hasta tres meses.
En cuanto al uso de métodos anticonceptivos en el espacio, los investigadores destacan que deben emplearse, pero “la preocupación obvia es la falta de estudios o validación de la eficacia de los enfoques anticonceptivos humanos dentro de un entorno espacial”.
Por estas razones recomiendan que las empresas que oferten este tipo de vuelos al espacio informen a los usuarios de las posibles consecuencias y les hagan firmar un descargo de responsabilidad en el que reconozcan que “los participantes son los únicos responsables de las consecuencias si conciben durante o poco después del vuelo espacial”.
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