¿Cables o wireless? Ésa es la cuestión

Hasta hace apenas tres años, sólo algunos accesorios se atrevían a dejar de lado los cables a favor de una conexión «desenchufada», pero las grandes marcas de telefonía comienzan a abandonar los hilos y nos dejan pendiente de un ídem

El rumor de que el nuevo iPhone de Apple llegaría sin un puerto para conectar los cascos se ha cumplido a medias. Si bien todavía es posible conectarlos, vía «Lightning», también llegan los «AirPods», unos cascos con conexión bluetooth que abren la puerta para despedirnos de enredos, engorros y dar la bienvenida a una nueva era. Todos los indicios señalan que en los próximos años la mayoría de los fabricantes de smartphones Android seguirán los pasos de Apple aunque de modo más drástico, a la espera de que haya más empresas que desarrollen mejores accesorios wireless. Eso supondrá el paulatino abandono de cables en distintas áreas de la telefonía móvil.

Cargadores

El avance en el área de cargadores portátiles wireless es enorme. La marca Jus, por ejemplo, ha ideado una funda con cargador solar, algo que, teniendo en cuenta la vida útil de los cargadores en general y la de la marca de la manzana en particular, es una brillante idea. Esto sirve para cuando no estamos en casa o en la oficina, el resto del tiempo, las estaciones de carga wireless o las «dock station», reducen el estrés al que son sometidos los cables. Los sistemas de carga sin cables, como los que utiliza Samsung en sus últimos modelos, son cada vez más eficientes y veloces. Es cierto que los últimos mencionados siguen utilizando cables, pero no se conectan directamente al dispositivo, evitando así tirones, posiciones de los puertos que ponen en riesgo su funcionalidad y caídas.

Para dispositivos de mayor tamaño, como televisores u ordenadores de mesa, el objetivo de las marcas más punteras en electrodomésticos es crear una plataforma de carga inalámbrica sobre la que se apoyen y que sólo ésta se encuentre conectada a la pared. Pero hay un proyecto para llevar esto mucho más lejos. Se llama Witricity, una palabra que combina wifi con electricidad. La idea es, de acuerdo con Katie Hall, directora tecnológica de Witricity, cargar cualquier dispositivo, desde un smart-phone hasta un coche eléctrico, sin cables. Básicamente se trata de un router que, en lugar de internet, usa campos magnéticos para crear energía eléctrica mediante una bobina. Cuando otra bobina se acerca a ella, se transmite la energía. Y no hay ningún peligro de recibir una descarga. Cualquier sitio puede funcionar con este sistema (bueno, los hospitales pueden tener ciertas dificultades por la presencia de estas bobinas), pero recargar la batería del móvil sería simplemente cuestión de entrar en casa.

Cascos

De acuerdo con un artículo publicado recientemente en «Bloomberg», Samsung y LG lanzarían el año que viene, smartphones flexibles, una tecnología puntera pero que pone en jaque el uso de cables y puertos. Apple también estaría en el mercado con un dispositivo similar si tenemos en cuenta una patente (20130076612) que menciona un dispositivo flexible con una pantalla transparente. La ausencia de cables, por un lado, da por terminado el «affair» entre éstos y los enredos imposibles, pero, al mismo tiempo, introduce una nueva variable: la pérdida de los cascos, sobre todo de aquellos tamaño uña de meñique. Porque convengamos que, si bien puede ser cómodo evitar los líos, resultan molestos a la hora de guardar, ya que son frágiles y liliputenses. Para resolver esto, los fabricantes están apostando por un nuevo desarrollo del Media Lab del MIT: cascos origami. Se pliegan por completo y cuentan con un imán que los une a la funda. Ocupan muy poco espacio y son casi indetectables si la funda ha sido diseñada específicamente para ellos. El salto en este sentido tomará el mismo tiempo que el cambio de cintas de vídeo a DVD o de cintas de audio a CD, o menos. Sobre todo impulsados por las mejoras en la tecnología bluetooth.

Conectividad

Subir vídeos a un ordenador, canciones a un teléfono o transferir archivos entre diferentes dispositivos. La conectividad es imprescindible en este sentido. Años atrás, firmas como Ericsson, Apple, Intel, Nokia, Microsoft, Lenovo y Toshiba establecieron lo que podría denominarse como una alianza bautizada Bluetooth SIG (Special Interest Group), comprometiéndose a promover el avance de esta tecnología. Uno de sus más altos cargos, Toby Nixon (Microsoft), explica que «las proyecciones actuales sitúan al mercado de la Internet de las Cosas (IoT) como capaz de generar entre 2 y 11 billones de dólares en 2025. Las actualizaciones que tenemos planificadas para la tecnología bluetooth entre 2016 y 2017 permitirán que este pronóstico sea realidad». Teniendo en cuenta el impulso que muchas marcas quieren dar a la IoT o a las casas inteligentes, controladas a distancia, la afirmación no va muy desencaminada, ya que hay mucho interés y, obviamente, más dinero en ese mercado. ¿Qué veremos en el bluetooth del futuro que no nos hará echar de menos los cables? Básicamente lo que esperamos. El rango de conectividad se ampliará hasta cuatrocientos metros, también se verá un incremento del 100% en la velocidad de transmisión, sin influir en la batería. Teniendo en cuenta que el sistema bluetooth se concibió para dispositivos móviles, es mucho más amable con la batería que otros sistemas; el problema es que su conexión es un poco más compleja que la de una red Wifi, pero esto también es algo en lo que está trabajando el Bluetooth SIG, con el objetivo de crear un protocolo más sencillo.

Entonces, ¿para qué querría alguien un cable si puede trasmitir la información de modo más sencillo y más rápido sin él?