Genética

Tecnología genética para implantar embriones sintéticos en el útero de monos

Es la primera vez que se implantan estructuras parecidas a embriones en primates

Células madre embrionarias a partir de la piel adulta y sin riesgo tumoral
Células madre embrionarias larazon

En el último años dos ramas de la ciencia se estén haciendo con titulares y provocando asombro a la par que miedo: inteligencia artificial y genética. Cada una por avances distintos pero ambas por la misma razón: su capacidad para alterar de forma profunda nuestra vida. Y ahora la tecnología genética, después de crear un organismo inmune a todos los virus, lo ha vuelto a hacer al implantar embriones sintéticos en el útero de monos.

Por primera vez, un equipo de científicos de la Academia de Ciencias de China liderados por Zhen Liu han logrado crear embriones elaborados a partir de células madre de monos (en lugar de un espermatozoide y un óvulo) por primera vez. Los hallazgos se han publicado en Nature.

El equipo de Liu comenzó trabajando con células madre embrionarias extraídas originalmente de embriones de monos macacos. Estas células tienen el potencial de convertirse en prácticamente cualquier tipo de célula, incluidas las que forman los órganos, la sangre y el sistema nervioso. El segundo paso fue cultivar estas células en condiciones de laboratorio muy específicas que modifican y mejoran su desarrollo.

Durante varios días, las células comenzaron a desarrollarse de manera muy similar a los embriones. Las células resultantes se han denominado blastoides por su parecido con los blastocistos, uno de las primeras etapas de los embriones. Cuando el equipo de Liu impantó estos "embriones sintéticos" en los úteros, algunas de las hembras de macacos mostraron los primeros signos de embarazo. Es lo más lejos que se ha llegado en embriones cultivados en laboratorio en primates, y el trabajo sugiere que algún día será posible generar fetos de esta manera.

Los blastoides fueron sometidos a una serie de pruebas para determinar qué tan similares eran a los embriones normales. El equipo de Liu analizó más de 6000 células individuales. Los resultados mostraron muchas similitudes entre ambos. En tres de las hembras que recibieron el implante este se desarrolló con éxito hasta los 20 días cuando los blastoides dejaron de desarrollarse. Esto sugiere que los blastoides todavía no son réplicas perfectas de embriones normales. Los motivos son varios. Por un lado la falta de fertilización del óvulo por un esperma, por otros el modo de expresar genes de las células madre… Los motivos son varios y se necesita más investigación.

Pero lo más probable es que ya no haya oportunidades para ello. Muchos de los experimentos en animales que requieren estos conocimientos, no son éticos. Y, aunque el conocimiento que aportan, nos ayudaría a aprender más sobre el desarrollo de los embriones humanos, la realidad es que a los científicos no se les permite estudiar embriones humanos en un laboratorio más allá de los 14 días posteriores a la fertilización. Y las pautas internacionales recientemente publicadas por la Sociedad Internacional para la Investigación en Células Madre (ISSCR por sus siglas en inglés) enfatizan que los blastoides humanos nunca deben implantarse en una persona o en cualquier otro animal.