Telefonía
El nuevo iPhone contra el Nokia 3310: La Bella y la Bestia de la telefonía
Este año tendremos dos móviles que esperan escribir la historia, uno el iPhone del décimo aniversario y otro el nostálgico Nokia 3310. Este último costará unos 60 euros y probablemente tendrá conexión a la red, pero sólo para mensajería instantánea.
Este año tendremos dos móviles que esperan escribir la historia, uno el iPhone del décimo aniversario y otro el nostálgico Nokia 3310. Este último costará unos 60 euros y probablemente tendrá conexión a la red, pero sólo para mensajería instantánea.
Los adjetivos son a veces ambiguos, la belleza puede ser algo deseable y al mismo tiempo frágil, mientras que ser llamada Bestia puede notar una conducta agresiva o una gran capacidad para enfrentar los obstáculos. En este sentido, la Bella y la Bestia de la telefonía, este año, son dos caras de la misma moneda.
Por un lado, en otoño se espera la llegada del ansiado iPhone 8, el décimo de la saga. Y los último rumores apoyan ciertas versiones que desde hace tiempo circulan en internet. De acuerdo con The Investor, un periódico online de Corea del Sur, Apple ha firmado un contrato con Samsung para que su «rival» sea el proveedor de 160 millones de pantallas OLED (antes eran sólo 100 millones). Este tipo de pantallas no sólo tienen la ventaja de tratar con más mimo a los colores, también tiene un impacto positivo en la duración de la batería.
Al mismo tiempo, el medio coreano asegura que el pedido se ha hecho en tres tamaños distintos, algo que podría indicar que el nuevo smartphone de la manzana estará disponible en un triunvirato de dimensiones.
Otro potencial cambio, que ya hemos anticipado hace un mes, es la sinergia que se ha producido entre la empresa californiana y LG para mejorar ambos lentes de sus cámaras para transformarlos en aptos para tecnología 3D y realidad virtual. En este apartado, Apple también podría contemplar introducir características de realidad aumentada (AR) en sus nuevos dispositivos. De acuerdo con Simona Jankowski, analista de Goldman Sachs «incluir sensores de 3D en el hardware del iPhone 8 permitiría dotarlo de una confiable capacidad para lidiar con la AR, algo que diferenciaría mucho a este teléfono en su décimo aniversario». Jankowski también señala que Apple está trabajando con Lumentum, empresa especializada en dispositivos ópticos y que sus esfuerzos futuros giran alrededor de suministrar «un alto volumen de aplicaciones a un dispositivo móvil». Y, mientras esto ocurre, Apple indica la dirección comprando dos importantes firmas del sector AR, Metaio y Flyby Media.
Otro anticipo que habíamos hecho varias semanas atrás, también se confirma: el nuevo teléfono tendrá carga inalámbrica. Una de las claves es que Apple, por fin, ha entrado en el Wireless Power Consortium (traducción libre: Consorcio de Carga Wireless), una asociación que cuenta con 213 miembros entre los cuales figuran Samsung, Phillips, Nokia, LG o Sony. Y ahora, la firma de Cupertino ha sido admitida. Si bien se esperaba que el iPhone llegue al sector de la carga inalámbrica, el potencial es enorme dada la facilidad que tiene Apple para modificar nuestros hábitos. Así, si hasta ahora era muy complejo encontrar cargadores inalámbricos en sitios públicos, no sería extraño que el tirón del nuevo teléfono, los vuelva ubicuos. Todas estas características harán del esperado iPhone una Bella y una Bestia. Pero también hay otro contendiente para esta corona: el nunca bien ponderado Nokia 3310, aquel en el que casi 20 años atrás (comenzó a venderse en el año 2000), más de uno intento batir el récord del popular juego Snake. El Nokia 3310 se ganó a pulso una fama de indestructible: le han disparado, lo han congelado, hervido, lanzado desde siete metros de alto y pasado por encima con una moto y seguía funcionando. Tan alto llegó su notoriedad que es uno de los tres emojis nacionales de Finlandia, país en el que nació.
El hecho es que en el Mobile World Congress que se llevará a cabo en 10 días en Barcelona, la empresa HMD, propietaria de los derechos de Nokia, presentará una nueva versión del popular teléfono. Si bien en aquellos tiempos, obviamente, no tenía internet ni cámara, si se jactaba de una resistencia extrema y de algo que hoy también se hecha de menos: una batería que podía durar varios días. Por ahora se sabe muy poco de las prestaciones que tendrá el 3310 en su nueva versión (ni siquiera se conoce sus sistema operativo), pero el precio, unos 60 euros, da muchas pistas. Probablemente tenga conexión a la red, pero sólo para sistemas de mensajería instantánea, no para audio y menos para vídeos en streaming. Tampoco es probable que tenga una cámara, ya que el tamaño de la pantalla nunca fue su fuerte. Todo indica a que se tratará de un dispositivo para usar como teléfono alternativo y confiable en cuanto a batería y resistencia, una bestia que casi nunca se apagará ni se romperá. La belleza seguramente llegue desde sus aspecto vintage, lo que le aportará muchos devotos. Y si no, recordad lo que ocurrió con la Nintendo NES.
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