Tecnología

«Las máquinas no reemplazarán el amor»

Así lo afirma Pablo Rodríguez, director ejecutivo de Telefónica Alpha, advirtiendo de que los usos de las nuevas tecnologías son gracias a la inteligencia artificial

Pablo Rodríguez, director ejecutivo de Telefónica Alpha / Gonzalo Pérez
Pablo Rodríguez, director ejecutivo de Telefónica Alpha / Gonzalo Pérezlarazon

Así lo afirma Pablo Rodríguez, director ejecutivo de Telefónica Alpha, advirtiendo de que los usos de las nuevas tecnologías son gracias a la inteligencia artificial.

Pablo Rodríguez es director ejecutivo de Telefónica Alpha, sector de la compañía cuyo principal objetivo es crear y desarrollar «moonshots»: un gran reto que parece imposible en un principio pero que con un buen equipo humano y recursos se puede alcanzar. En su último libro «Inteligencia Artificial. Cómo va a cambiar el mundo (Y tu vida)» hace un excelente análisis del estado de la investigación y de la evolución histórica de esta tecnología, así como una genial perspectiva de lo que nos aguarda el futuro.

¿Qué imagen tiene la sociedad de la inteligencia artificial?

Siempre se ha hablado de la inteligencia artificial como una tecnología del futuro con una visión alienada y catastrofista. Esta visión es errónea, la inteligencia artificial (IA) está aquí y ha venido para quedarse. Todos los usos que hacemos de las nuevas tecnologías son gracias a la IA, desde buscar una receta de cocina hasta calcular una ruta con el coche, pasando por detecciones tempranas de cáncer, por ejemplo. Esto solo acaba de empezar. Nos estamos acercando a la próxima versión de la IA. Las máquinas están evolucionando de tal forma que ya pueden percibir ruidos que el humano no puede oír. También puede ver cosas que el humano no puede ver.

¿Será la consciencia una propiedad de la inteligencia artificial?

Yo pienso que las máquinas van a tener la capacidad de poder aprender por sí solas, de conocer mejor el contexto y de adaptarse. Ahora las máquinas tienen una capacidad de computación similar a la del cerebro de un ratón. De aquí a 30 años puede que se asimile más a las capacidades del encéfalo humano, pero hasta entonces creo que es más importante concentrarnos en cuidar nuestra consciencia humana que temer a la hipotética consciencia de las máquinas.

¿Para cuándo estas máquinas realizarán tareas físicas ?

Lo que estamos viviendo ahora son los primeros desarrollos de interfaces de IA. Dentro de esta generación, la primera similitud que encontramos entre las máquinas y los humanos es la interacción por voz; es la primera actividad física que pueden desarrollar la IA, el intercambio y la comprensión. El siguiente que vamos a ver será la revolución de los avatares. Ya lo hemos podido comprobar en algunas películas de Hollywood en las que se resucita a un actor muerto para que aparezca en el film. Aún falta mucho tiempo, pero las máquinas con IA también podrán entender las emociones del usuario.

¿Corremos el riesgo de deshumanizar las relaciones?

El objetivo de la IA es resolver grandes problemas humanos. Puede convertirse en el mejor consejero, en el mejor psicólogo, en el mejor acompañante y te ayudará a conseguir tus propósitos. Los datos digitales que se arrojarán sobre uno mismo serán el mejor reflejo del alma.

¿Afecta la nueva normativa de protección de datos de la UE?

Desde Europa se ha liderado un esfuerzo muy necesario con la nueva regulación de datos. Era necesario porque la transparencia, que es lo que se busca, trae como primer fruto un mejor diálogo.

¿Cómo se posiciona España frente al reto de la IA?

España es el país número siete del Mundo en publicaciones científicas. Esto denota valor en las universidades. Ha habido alumnos prestigiosos que han favorecido a una buena transición tecnológica. Tenemos a grandes profesionales en la industria.

¿Quién será mas listo: la máquina o el ser humano?

Siempre serán dos tipos de inteligencia distinta; la suma de esas dos inteligencias nunca será menor que ninguna de ellas. Y ni el amor ni la empatía serán reemplazados por las máquinas.