Telefonía

Móviles que no son un cuento chino

Los fabricantes del país asiático están logrando una cuota de mercado cada vez más alta. En un año han llegado en algunos casos a duplicar sus ventas. ¿Cómo lo hacen?

Xiaomi Mi Mix 2
Xiaomi Mi Mix 2larazon

Los fabricantes del país asiático están logrando una cuota de mercado cada vez más alta. En un año han llegado en algunos casos a duplicar sus ventas. ¿Cómo lo hacen?

Durante años, al menos un lustro, Samsung y Apple se han repartido con notable éxito la mayor parte del mercado de smartphones a nivel global. La fiabilidad de sus dispositivos, sus prestaciones (cámara, memoria, batería, etcétera) y el diseño, les otorgaban una ventaja sobre la competencia. Detrás de ellos, en un lejano bronce, se ubicaban marcas como Sony, LG o la española BQ. Y entonces aparecieron las empresas chinas.

Desconfiados por diseños que parecían copias, materiales no siempre sólidos (léase fiables) y una nula atención al cliente, su llegada al mercado fue acogida de un modo tibio, sólo aceptada por el precio, visiblemente mejor que la competencia.

Pero eso ha terminado. Y de modo drástico. Huawei, Oppo y Xiaomi ya dotan a sus terminales con los últimos procesadores Snapdragon, también tienen baterías que sobrepasan los 3.500 mAh y Huawei y Xiaomi tienen sus propios firmware (EMUI y MIUI, respectivamente) que le sacan mayor partido a Android y muestran el compromiso de ambas por mejorar sus prestaciones.

Huawei, de hecho, se ha convertido en el primer fabricante en incorporar la inteligencia artificial en el hardware de un smartphone y su acuerdo con Leica lleva a sus terminales al podio de las cámaras móviles. Sin duda esto ha propiciado que dos meses atrás Huawei desplazase, por primera vez, a Apple en cuanto a ventas de móviles a nivel mundial.

Finalmente, tanto Xiaomi como Huawei han abierto tiendas oficiales en España y sendos centros de atención al cliente, facilitando con ello el contacto directo entre el usuario y la compañía.

Claro que estos datos podrían ser sólo detalles. Pero entonces aparecen las cifras. De acuerdo con la consultora IDC (International Data Corporation), en el tercer trimestre de este año Samsung aumentó sus ventas a nivel mundial un 9,5%, y Apple un 2,6%, mientras que las empresas chinas alcanzaron las dos cifras: 16,1% (Huawei), 19% OPPO, mientras que Xiaomi duplicó los números del mismo periodo de 2016. Según la empresa de investigación de mercado Counterpoint Research, las marcas chinas ya se han adueñado del 48% del mercado global. Sería lógico pensar que se debe a un mercado nacional que abarca más de 1.200 millones de consumidores, pero no es así, porque esto lo han conseguido sin que haya un aumento en las ventas locales, también según datos de Counterpoint Research.

Obviamente, este último cuatrimestre del año, las posiciones van a variar, ya que Apple presentó su nuevo iPhone, pero la tendencia está marcada a fuego. Y el principal factor es que, más allá de todas las prestaciones antes mencionadas, las marcas chinas comienzan a reclamar una parte del pastel de los smartphone premium, algo que hasta ahora era patrimonio exclusivo de Samsung y Apple. ¿Cómo lo han logrado? Con dos armas de temer: el Mate 10 (Huawei) y el Mi Mix 2 (Xiaomi).

Un duro rival

Desde que Xiaomi abriese su primera tienda oficial en España hace ya más de diez días, sus intenciones quedaron claras: España es un mercado clave. Y entre sus productos estrellas se encuentra el Mi Mix 2. ¿Qué lo hace interesante? Su diseño: está construido con cerámica, aluminio y cristal que le aportan calidad, solidez y resistencia. Carece de líneas rectas.

También destaca su pantalla: casi 6 pulgadas con QHD y tecnología Amoled (no sólo mejora la calidad, permite que la batería tenga más vida útil). Tiene excelente respuesta táctil. Y entre las configuraciones figuran el acceso rápido a ciertas funciones y un botón flotante. Tiene un alto porcentaje de pantalla respecto al marco completo del móvil.

En cuanto a su cerebro, el Snapdragon 835 de ocho núcleos (el mismo de los emblemáticos de otras marcas) se une a una memoria RAM de 6 a 8 GB (el iPhone X tiene 3 GB y el Samsung S8 llegan a los 6). Su memoria, en la versión más alta, es de 256 GB, lo mismo que los modelos oro de otras marcas.

Respecto a su cámara, ésta es de 12 MP y frontal de 5 MP. Su sensor Sony le da una alta calidad. El único fallo es que carece de modo retrato.

Además, cuenta con una batería de 3.400 mAh con carga rápida (un 70 por ciento en apenas media hora, partiendo de cero). Y todo ello por 420 euros, casi la mitad que un Samsung S8 y tres veces menos que un iPhone X, dependiendo de la versión.

El teléfono Smart

Del mismo modo que los otros miembros del podio, Samsung y Apple innovaron en diseño, formato de pantalla y prestaciones de cámara, el buque insignia de Huawei, el Mate 10 (a España no llega la versión Pro), ha marcado un antes y un después en dos sectores. El primero es la fotografía, gracias a su acuerdo con Leica, una garantía de solvencia. El segundo es la llegada de la inteligencia artificial al hardware de un móvil.

Respecto a su diseño, éste no es el más innovador (a menos que hablemos de la versión Porsche). Es sencillo y reconocible. Su pantalla, en cambio, es uno de los puntos fuertes del terminal. Ocupa un 82% del frontal (un punto menos que el Samsung S8 y más de dos que el iPhone X). Y qué decir de su cámara, es probablemente la mejor del mercado gracias a su óptica Leica y su procesador Kirin 970. El modo retrato es de calidad profesional o lo imita demasiado bien. En cuanto a su cerebro, el Kirin 970 es el primero que cuenta con inteligencia artificial incorporada en sus ocho núcleos. Eso le permite hacer lo mismo que Siri, Cortana o Bixby sin la necesidad de conexión a internet. Aumenta la duración de la batería y hace más efectivo el procesamiento de datos, sea para fotografía, realidad virtual o aumentada y videojuegos. Aún no se sabe qué puede llegar a hacer, ahora el poder lo tienen los desarrolladores de apps.