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Tribuna

¿Sobrevivirán las compañías sin ADN Tecnológico?

Las compañías con ADN tecnológico han revolucionado todos los rankings, tomando al asalto las primeras posiciones.

Alberto Pascual Larazon

La parada cardiorrespiratoria ha sido, es y será, la causa última de la muerte de los humanos, con independencia de las patologías previas. En el caso de las Pymes, la tipología de compañía más frecuente en nuestro tejido empresarial, las razones más comunes de su deceso han sido, históricamente, la caja, o el proceso de sucesión. Últimamente, la mala gestión financiera, o la falta de acierto a la hora de renovar a los equipos directivos, se han visto superadas, en grado de amenaza a la supervivencia, por una situación nueva.

Todos los sectores están contemplando la irrupción de nuevos jugadores que, mediante el uso disruptivo de la tecnología, lanzan atractivos, originales y eficaces modelos de negocio, que ponen la soga al cuello de los incumbentes.

La literatura empresarial recoge ya muchísimos y paradigmáticos casos, tras la aparición de “unicornios” como Netflix, Airbnb, Uber, y tantos otros que han ido desplazando a las compañías que poblaban los verticales en los que han aterrizado.

Las compañías con ADN tecnológico han revolucionado todos los rankings, tomando al asalto las primeras posiciones. Y han dado nombre a nuevas categorías según el sector que colonizasen. Fintech (financiero), Martech (marketing), Insurtech (asegurador), Healthtech (sanitario), y así “ad infinitum”.

Los gurús Paul Daugherty y James Wilson, ya preconizaron en 2022 que todo CEO debía convertirse en CEO tecnológico si quería liderar la estrategia adecuada para su negocio. Tecnología, estrategia de negocio y ejecución, han pasado a integrar un bloque único. La primera ola de la transformación fue centrada en la máquina. La reingeniería de procesos de negocio que se popularizó en los noventa, para adaptar la forma de hacer a las capacidades de los sistemas. Después ha venido la colaboración hombre-máquina, unidos por un objetivo común, normalmente de mejora de productividad. Ahora, estamos en la era de la tecnología centrada en el humano. Son tiempos de experiencia de usuario, de explotación inteligente de datos masivos, de industrialización de la personalización del servicio.

Últimamente ha aflorado otro nuevo motivo para que la tecnología sea esencial en los negocios. Cada día es más evidente que el crecimiento exponencial del número de perceptores de ayudas y pensiones, no viene acompañado de unas tasas de natalidad que aseguren una fuerza de trabajo capaz de aportar al sistema de bienestar social lo necesario para su sostenimiento. La manera más evidente de salir de esa encrucijada es hacer mucho más productivos al número menguante de trabajadores mediante el uso de tecnología.

En este punto, cabe preguntarse si quedará espacio para las compañías que no hayan incorporado la innovación tecnológica a su ADN.

Los días 18, 19 y 20 de marzo, nuestra Asociación @aslan, la más representativa del sector tecnológico, mostrará al público toda la potencia de nuestro ecosistema, avalada por más de 200 ponentes y casi 200 expositores.