Ciencia y Tecnología
Una aplicación logra hacer música con la mente
Destinada a personas con discapacidad, puede ser fundamental para mejorar su comunicación con el exterior
Imagine que tiene una nueva melodía que le da vueltas por la cabeza. Imagina también que tiene los conocimientos mínimos para plasmarla en una partitura pero, cuando lo hace, no acaba de reflejarla con exactitud. Ahora imagine un poco más: que basta con pensarla para que esa creación musical se haga realidad sin intermediarios de ningún tipo.
Esto puede ser posible gracias a un grupo de investigadores, que ha creado una aplicación basada en una interfaz cerebro-ordenador que puede hacer posible este pequeño “milagro”.
El punto de partida para esta innovación está en una serie de interfaces cerebro-ordenador (BCI) ya inventadas con anterioridad, y que estaban destinadas a ayudar a personas que sufren discapacidades físicas a controlar prótesis especiales con el pensamiento. Navegar por Internet y redactar mensajes de correo electrónico son solo dos ejemplos.
Ahora, un equipo de científicos austriacos englobados en el marco del proyecto de la Unión Europea MOREGRASP acaba de publicar un artículo en el que se afirma que con el pensamiento se puede trasladar música del encéfalo a una partitura.
Los investigadores del proyecto Brain Composer tomaron como punto de partida un método ya afianzado de BCI con el que se puede trasladar el pensamiento a un papel; se denomina potencial relacionado con eventos (PRE) P300.
Según explica la agencia de la UE Cordis, se trata de un patrón bien conocido en las electroencefalografías (EEG) que se usa en muy diversas aplicaciones de la BCI, como por ejemplo controladores medioambientales, navegadores web o también pintura. El equipo adaptó el patrón P300 con el fin de componer música.
El sistema de «composición encefálica» creado consta de tres elementos: el sistema de adquisición de EEG, el software de control de P300 y el software de composición musical. Se enseñó a usar la aplicación a diecisiete participantes (todos capaces de tocar algún instrumento en mayor o menor medida) y a un compositor profesional.
A continuación realizaron una tarea de deletreo, otra de composición según copia y otra de composición libre, es decir, pensar en melodías para plasmarlas sobre una partitura, informa Cordis.
Siguiendo unas directrices de diseño centradas en el usuario, los investigadores estudiaron la eficacia, la efectividad y criterios subjetivos (satisfacción, gozo, frustración y atractivo). Los músicos participantes consiguieron un grado de exactitud elevado: 88,24% (deletreo), 88,58% (composición según copia) y 76,51% (composición libre).
El compositor profesional, como era de esperar, rindió aún mejor: 100% (deletreo), 93,62% (composición según copia) y 98,20% (composición libre). La evaluación de los criterios subjetivos indicó que los usuarios quedaron muy satisfechos con la aplicación.
Según sus impulsores, es el primer paso hacia un sistema de composición musical para personas con discapacidades severas, no solo como entretenimiento sino sobre todo como una inesperada ventana para poder comunicarse con los demás.
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