Cárcel

La libertad, entre la justicia y la pared

AXN emite los jueves la serie «For Life: Cadena Perpetua»: un recluso se convertirá en abogado para defender su propia inocencia

Nicholas Pinnock interpreta a Aaron Wallace, protagonista de la serie de AXN «For Life: Cadena Perpetua»
Nicholas Pinnock interpreta a Aaron Wallace, protagonista de la serie de AXN «For Life: Cadena Perpetua»Giovanni RufinoGiovanni Rufino/ABC/Courtesy of

Aprincipios de los años 90, Isaac Wright Jr. fue condenado a prisión por un crimen que no cometió. Con el tiempo y entre rejas, decidió convertirse en abogado para defender a otros reclusos y, mientras tanto, luchaba para revocar su propia condena. Y lo consiguió. El esfuerzo y el paso de los años le sirvieron para demostrar su inocencia. Dio ejemplo de la ilícita discriminación que abundaba en la sociedad de su tiempo. Incluso en los textos que regulan la justicia, pues le incriminaron sin más razón que una inservible: se materializara o no en palabras, resultó obvio que la condena se produjo por el color de su piel. Ahora, AXN emite una serie cada jueves a las 23:00 horas, «For Life: Cadena Perpetua», basada en la historia de Wright, y producida por Hank Steinberg y Curtis «50 Cent» Jackson.

Explica Nicholas Pinnock, quien interpreta al protagonista (Aaron Wallace) que su personaje «está inspirado en Wright, pero no está basado». Es decir, la ficción modifica la historia, pues «si hubiéramos basado específicamente los capítulos en lo que ocurrió, tendríamos que haber pedido bastantes permisos». Pinnock conoció a Wright: «Es un hombre increíble y encantador, me dedicó muchísimo tiempo y me dio permisos para plantearle tantas preguntas como quisiera». Gracias a esto, el actor pudo aprender de él, de su experiencia y sus gestos, de tal manera que, «con el trabajo de la producción, pudimos crear nuestra propia versión».

El protagonista va demostrando durante la serie cómo una persona puede marcar la diferencia si el objetivo de su lucha es la verdad. Lo pierde todo y, en lugar de lamentarse, opta por recuperarlo. Y el mayor dolor no solo reside en estar entre rejas, sino también en el cambio de su propia familia. «En la serie va a tener la misma relevancia lo que ocurre tanto en la cárcel como con su mujer y su hija», explica Pinnock, «los elementos se van cruzando entre sí para que, al final, nos lleven a un mismo punto: esa posible libertad del personaje». Asimismo, el actor confía en que esta trama despierte el interés del público para que, «con un poco de suerte, se cree una conversación que derive en el cambio de un sistema que necesita, sin duda, una reforma».

Con esto, el de Aaron Wallace es un personaje tan interesante como complejo. «Son muy intersantes las dinámicas que presenta», opina Pinnock, haciendo alusión a que su personaje no se comporta de la misma manera ante su familia que ante un juez. «Todos mostramos dinámicas distintas dependiendo de los aspectos que necesitamos utilizar de nuestra personalidad», afirma, subrayando que la faceta que más le gustó de su personaje «es ese Aaron que sufre la injusticia». Fue, al principio del rodaje, «lo que más me costó a la hora de identificarme con mi personaje, es algo que se aleja tanto de la vida que no acabo de entenderlo del todo». Ahora, con la serie ya grabada y en antena, también apunta que «me ha sorprendido la manera y la fuerza con la que el personaje se mueve en cada situación». Con esto, «For Life: Cadena Perpetua» retrata una dramática pero esperanzadora historia. Un hombre que, desde su celda, no descansa hasta conseguir una justicia que su experiencia no ha disfrutado. Todo ello, con los intereses políticos y las lacras sociales en cuanto a discriminación y racismo como principales obstáculos que podrá o no esquivar. «Aviso que la dirección que uno piensa que va a tomar la serie en el primer episodio, no es la que tomará la historia», comenta Pinnock.

El dolor y la naturalidad de grabar entre rejas

Nicholas Pinnock no se acuerda de sus nombres, pero sí asegura que la serie se rodó en algunas cárceles en funcionamiento. «Recuerdo grabar en la celda de Aaron, que es un espacio real», explica, «yo miraba a través de la ventana y veía a algunos reclusos jugando al baloncesto, lo que es interesante porque lo hacían como cualquier otra persona». Con este ápice de naturalidad, la coproducción de Sony Pictures y ABC Studios se empapó de la energía que puede transmitir una prisión. «Eran instituciones penitenciarias en uso y sentías el ambiente denso, el dolor y la tristeza, una atmósfera muy potente, pero también muy compleja», apunta Pinnock. No sabe si habrá segunda temporada pero, de ser así, tendrá que volver a preparar su mente, pues afirma que «no fue un rodaje sencillo».