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«El crimen del siglo» y la droga del milenio

El nuevo documental de HBO, narra la crisis sanitaria de Estados Unidos con los opioides y su dependencia

El nuevo documental de HBO, narra la crisis sanitaria de Estados Unidos con los opioides y su dependencia
El nuevo documental de HBO, narra la crisis sanitaria de Estados Unidos con los opioides y su dependenciahboHBO

«El crimen del siglo» no es un spin-off de «Crímenes imperfectos», serie de principios de los 2.000 que relataba los errores de asesinos y criminales en sus elaborados planes. Este documental no narra un crimen al uso, en el que la policía local encuentra misteriosas pruebas que le acercan a un perfil, sino que describe una trama criminal a gran escala. HBO, en «El crimen del Siglo» se enfrenta a la poderosa industria farmacéutica norteamericana, denunciando una crisis sanitaria que según se afirma en el documental viene de lejos.

Mientras España cuenta con una estricta regulación sobre aquellos medicamentos que pueden generar hábito, esta producción alerta de que en la potencia norteamericana no hay semejante control. La adicción a medicamentos o productos farmacéuticos es una realidad latente, cuyas cifras asustan a cualquiera: Se calcula que en Estados Unidos mueren cerca de 90 personas al día víctimas de sobredosis y problemas cardiacos derivados de estos fármacos, cada media hora nace un bebé con síndrome de abstinencia. Unas cifras que se traducen en las últimas dos décadas en hasta 500.000 fallecidos a causa de los opioides.

El principio activo fundamental de estos opioides es la morfina, un potente analgésico que debería emplearse en casos muy particulares o cuidados paliativos, con el fin de reducir el dolor para enfermos en casos terminales, dado el alto nivel de dependencia que causa. Además de la morfina, en estos opioides se encuentran otros principios activos como la codeína o la tebaína.

Pero incluso, esta cinta de Alex Gibney (ganador de un Oscar por «Taxi al lado oscuro») se denuncia la distribución de fármacos de aún mayor dependencia como la oxicodona, recetado a pacientes jóvenes con simples lesiones de rodilla. Según denuncia HBO, el crimen del siglo sería el siguiente: La nula regulación sobre los analgésicos crea dependientes, que cuando superan su enfermedad ya no pueden seguir costeándose el consumo de dichos fármacos, sin embargo la adicción a éstos les conduce a recurrir al mercado negro en una búsqueda desesperada de sucedáneos o sustancias sustitutivas. Esto ha hecho que, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, muchos caigan en el consumo de fentalino, un opiáceo legal en Estados Unidos hasta 100 veces más potente que la morfina y que incluso comparte propiedades con la heroína.

Más allá del terror de las cifras, esta coyuntura puede tener una lectura cultural. La convivencia con el dolor de nuestra sociedad ha cambiado, ya no aceptamos el dolor y el sufrimiento como una parte natural de la vida e intentamos esquivarla por diversos mecanismos, uno de ellos la eutanasia.

Los expertos afirman que las sobredosis «son la otra pandemia de Estados Unidos», alcanzando las 500.000 víctimas. Gibney pretende concienciar a las instituciones norteamericanas: «Obviamente cuando hablamos del tráfico de heroína hablamos de una práctica ilegal, y cuando lo hacemos de la venta de oxicodona de una legal, pero el mecanismo es el mismo y el modelo de negocio es similar. Ambos plantean sus beneficios alrededor de la creación de una dependencia entre los usuarios».

Este documental se estrena mientras las especulaciones sobre vacunas siguen disparándose, pero Gibney tranquiliza: «No hay que ser cínicos con la ciencia, solo debemos ser críticos con que las motivaciones económicas no perviertan el suministro de los fármacos a la sociedad».