Estreno

“Devils”: El demonio ha vuelto a las andadas

Movistar Plus+ acaba de estrenar la segunda temporada del thriller financiero italiano con Patrick Dempsey de protagonista

El actor americano Patrick Dempsey retoma el papel del cruel monstruo de las finanzas
El actor americano Patrick Dempsey retoma el papel del cruel monstruo de las finanzasMovistar+

El demonio ha vuelto a las andadas y que alguien piense que ha cambiado es imposible, o eso nos quiere hacer Movistar Plus+ que acaba de estrenar la segunda temporada de la serie creada por Sky Atlantic en Italia, “Devils” que navega en los entresijos de los tiburones y grandes ballenas de las finanzas mundiales. Si en la primera entrega el trader Massimo Ruggero, interpretado por Alessandro Borghi (‘Suburra’), y el CEO del ficticio New York London Investment Bank (NYL), Dominic Morgan (Patrick Dempsey (“Anatomía de Grey”) paseaban sus diferencias, intrigas, extorsiones, asesinatos y cualquier técnica que se le ocurra aplicada a la economía mundial, hasta invertir sus papeles en la trama, ahora en la segunda temporada, creada por Alessandro Sermoneta, Mario Ruggeri, Elena Bucaccio, Guido Maria Brera, Daniele Cesarano, Barbara Petronio y Ezio Abbate, veremos un salto temporal que volverá a soltar a los tiburones en aguas europeas más profundas.

Han pasado unos años desde la crisis de los países del sur de Europa («los sucios PIIGS»), y ahora Massimo Ruggero tiene el puesto que al final de la primera temporada denostaba con todas sus fuerzas, el de director general (CEO), y, habiendo incorporado personal chino, con el nuevo jefe de operaciones Wu Zhi (Li Jun Li), Sin embargo, la amenaza del Brexit se cierne sobre el NYL, sobre todo si el equipo que dirige nuestro protagonista no consigue sacar millones del desastre de equivocarse con unas encuestas. Cuatro años más tarde aparece de nuevo Dominic para pedirle una alianza a Ruggero contra China. Pero solo es el comienzo, porque se acerca la pandemia, que en 2020 podría tirar por la borda cualquier previsión económica. En la primera temporada seguimos al equipo por todas las tribulaciones económicas que se planteaban en la trama, disturbios en Argentina, Grecia, España, e Italia, todas consecuentemente insertadas con imágenes reales de revueltas que pretenden afianzar en el telespectador que el libro escrito por Guido Maria Brera)»I Diavoli» , pretende que mezclado con hackivistas tipo Wikileaks coincida en un mundo lleno de causa efecto que en ocasiones era difícil de seguir o directamente increíble. En una reciente entrevista Brera confesó que los dos actores protagonistas habían reescrito algunas de sus escenas en el set de la nueva entrega. Esto podría salvar esa parte de la serie que se zambulle en las negras aguas de las finanzas internacionales llenas de traición, venganza, puñales (por la espalda y de cara), pero a laque le faltaron unos milloncejos para ser una gran serie. Es verdad que la primera temporada es entretenida, quizá demasiado cerca de «Billions» o «The Industry», pero empatizas a partes iguales con las decisiones a vida o muerte del protagonista, y quieres luchar por la causa anarquista , pero te enseñan que hay una parte para quedarte en medio de las dos y llevarte una pasta gansa al mismo tiempo.

Los nuevos episodios siguen enseñándonos el juego psicológico del gato y el ratón entre el actor italiano y el americano, más parecidos a una partida de ajedrez virtual. Pero a la lista de clientes habría que sumarle un poco menos del glamour y por supuesto intentar que algunas partes de la trama tuvieran más consistencia, que todos se enteren de una vez que todo se graba en cámaras y no hay nada impune y que los malos seguirán siendo malos aunque añadas giros inesperados para mantener la atención. Cerramos con el asesinato de un personaje y abrimos con la muerte de otro. Y de momento llevamos el mismo juego pero cambiando de terreno. ¿Ha vuelto el demonio a las andadas? No por Dios...