Entrevista

Alessandro Pugno: «Los prejuicios aquí nacen de la negación de la muerte, algo fuera de lo natural»

El italiano presentó su última película: «Animal | Humano», en la que reflexiona sobre la muerte con el toreo de fondo

Alessandro Pugno: «Los prejuicios aquí nacen de la negación de la muerte, algo fuera de lo natural»
Alessandro Pugno: «Los prejuicios aquí nacen de la negación de la muerte, algo fuera de lo natural»MADAVENUE

Hace apenas unos días, el pasado 5 de abril, se estrenó en España "Animal | Humano", una película que sigue la historia de Matteo, un joven italiano cuya vida está marcada por la muerte, tanto por el negocio familiar (una funeraria) como por la precipitada pérdida de su madre. Decidido a morir como un héroe, Matteo se forma como torero en una escuela de tauromaquia. Paralelamente, conocemos la historia de “Fandango”, un becerro nacido en una ganadería de lidia con un destino marcado. La película, dirigida por el italiano Alessandro Pugno en su primer trabajo de ficción tras varios documentales, explora las conexiones y divisiones entre la experiencia de crecer como "animal" y como "humano", utilizando el tema de la muerte como un destino inevitable y explorando el especismo presente en el lenguaje a través de una estructura capitular, que separa las escenas con definiciones de diccionario. Hablamos con el director y coguionista sobre los motivos que lo llevaron a emprender este proyecto y su experiencia realizándolo.

¿Qué fue primero, Alessandro, la idea de hacer una película con la filosofía de la muerte como eje o el hecho de involucrar la tauromaquia en ella?

Mira, ni Natacha Kucic, con quien escribí esta historia, ni yo éramos taurinos, ni había ido a una plaza de toros, pero fue después de ver una foto, que al final me enteré de que era un fotomontaje, de un torero que parecía arrepentirse frente a toro cuando me surgió la curiosidad, pensé ¿qué pasaría si hacemos una película con dos destinos de cruzados, de un toro y de un torero? Busqué rápidamente a Natacha e instantáneamente nos pareció fascinante, vimos el potencial filosófico y de reflexión, porque siempre que se habla de tauromaquia se habla desde el punto de vista del espectáculo y cuando se habla de los toros, es muchas veces desde el sesgo puramente animalista. Pero claro, ninguna de estas dos cosas retrata la realidad, que es muchísimo más compleja. ¿Cómo funcionan estas dos cosas? ¿Quién hay detrás del ser vestido de luces? ¿Y qué hay detrás de la bestia que aparece en la plaza con sus pitones? Había mucho qué contar.

¿Y dónde queda la muerte?

Pues eso es lo maravilloso, que está en todo. En esta tragedia griega, la tauromaquia se convierte en una metáfora de la vida de humanos y animales, seres vivos que sienten y sufren atosigados por el dolor y la muerte, ante los que solo puede surgir un profundo sentimiento de compasión y amor. Pasa, frente a la tauromaquia, por ejemplo, como último bastión de espectáculo puro y real, que los prejuicios nacen de la negación de la muerte, algo absolutamente fuera de lo natural, porque nuestra única certeza es la muerte.

En ese sentido, Matteo, el protagonista, es el único que no la teme, la respeta.

Es que, al estar rodeado de ella desde que nació, convive con la muerte de manera natural, como los toreros que he conocido en el proceso de documentación y de investigación para poder tratar el tema taurino con el máximo respeto. Por lo mismo, ambos subliman la vida. Parece contradictorio pero no lo es. Y mira que las contradicciones funcionan en el cine, aunque hacer cine taurino es muy complicado, ya no por la polémica que pueda surgir alrededor, sino por la dificultad de captar esa fuerza que transmite, el gesto, el sentimiento, el miedo… No es nada fácil.

¿Por qué un torero italiano?

Porque nos parecía que situar al torero en España iba a añadir una interpretación sociológica que queríamos evitar. Nuestra intención era mirarlo desde el punto de vista del individuo y de sus motivaciones, más profundas, espirituales, filosóficas o emocionales, que el propio espectador se cuestionara qué puede mover a un ser humano a bailar con la muerte.

¿Buscó la empatía con el animal?

Y con Matteo. En este caso, ambos personajes, Matteo y “Fandango”, torero y toro, son seres con una dimensión biológica y otra dimensión emocional. Ambos tienen una historia que confluye al final, en un ritual codificado desde hace mucho tiempo. Me parecía que esta película, situada en los tiempos que vivimos, es una invitación al diálogo, a la comprensión.

¿A usted le cambio?

Más que eso, me enseñó. Aprendimos mucho, porque le pasó también a Natacha, que mientras más pasábamos días investigando, entendíamos más el sentido que tiene todo. Luego ves el amor que tienen a los animales todos los que están involucrados en el toreo, la forma en la que viven su profesión, la dedicación, el respeto con la naturaleza, con su entorno. Luego miras hacia atrás, a la relación histórica del hombre y el toro y encuentras más sentido.