Antena 3 ha confirmado que “Emparejados” tendrá segunda vuelta. La cadena ha comenzado a anunciar el regreso del programa que une, sin previo aviso, a Joaquín Sánchez y Susanna Griso en el intento de explorar las dinámicas de pareja desde el humor y la polaridad más absoluta. No es un sketch ni una ficción, sino un formato atípico que se presentó como un one shot, y que ahora vuelve con aspiraciones más ambiciosas.

Lo que en su primera entrega parecía una apuesta insólita y de apariencia casual ha terminado ganándose un hueco en la programación de la cadena con su mezcla de comedia de situación, tono coloquial y esa especie de magnetismo que solo aparece cuando dos personalidades radicalmente distintas deciden no tomarse tan en serio.Joaquín, con su espontaneidad, y Susana, con su agudeza y aplomo, forman un dúo tan improbable como eficaz. El programa juega precisamente con ese contraste y con una amplia y divertida baraja de invitados que aportan variedad y ese punto de sana curiosidad ante las situaciones inesperadas que se plantean.

En su estreno, “Emparejados” fue recibido como una rareza que funcionaba casi por acumulación de perplejidades. Ahora, en esta segunda vida, se intuye una intención más clara: convertir el desajuste en rutina. Antena 3parece decidida a consolidar el formato, seguramente con una estructura más estable. No se trata de forzar la presencia del ex futbolista en las pantallas, pero sí de aprovechar la espontaneidad que tan bien le sienta a un Joaquín que cada vez se mueve con más naturalidad en el territorio televisivo.

El regreso de “Emparejados” también pone a prueba una fórmula que la televisión en abierto ha tanteado sin terminar de dominar: la pareja como motor de entretenimiento.

Queda por ver si la audiencia acoge este segundo asalto con el mismo interés que el piloto, o si la novedad ha perdido parte de su efecto. Pero lo que ya parece evidente es que Antena 3 ha encontrado en “Emparejados” una vía de expresión ligera, con potencial para convertirse en una cita reconocible. Un formato amable que no pretende moralizar, sino acompañar. Y eso, hoy por hoy, puede ser más valioso que cualquier giro de guion.