Benidorm Fest 2024

Dentro de una canción de Marlena

El dúo madrileño participará en el Benidorm Fest con «Amor de verano», y acaban de hacer «sold out» en La Riviera para el 15 de febrero

Carolina Moyano (izda.) y Ana Legazpi (dcha.) son Marlena
Carolina Moyano (izda.) y Ana Legazpi (dcha.) son MarlenaGonzalo Pérez

Una entrevista con el grupo madrileño Marlena es lo más parecido a estar dentro de una de sus canciones. Todos formamos parte del grupo de fans que ya conocían al dúo de Ana Legazpi y Carolina Moyano «de antes», cuando fueron nominadas para participar en el Benidorm Fest de 2024, antesala del Festival de la Canción de Eurovisión en Malmö (Suecia). Durante toda la entrevista las integrantes del exgrupo W Caps, triunfadoras en los «Factor X» de Italia y España, irán lanzando al aire, y de manera muy distraída, lo que podrían ser perfectamente el título de una de sus canciones.

Estas dos madrileñas, «de Mirasierra», apunta Carol, de titulación arquitecta y familia gaditana; «del Centro de Atocha», indica Ana, que hizo ADE, y desciende de gallegos, no disfrutaron de los beneficios del plan Erasmus. «Nunca he sido fan de los Erasmus», adelanta Legazpi, que explica que les pilló en pleno proyecto musical, y Moyano estaba «dejando de pelearme con arquitectura». Ana y Carol se conocen en 2017, y sus recuerdos –explica la segunda– son de situaciones «random», como «verte en un escenario con italianos en un formato televisivo», y Ana incide: «Con una tía que conoces desde hace un mes». Esa situación estableció un vínculo especial entre las dos y «forjó mucho más la relación», y como aclara Ana, «lo que empezó como un hobby, termina dándonos de comer; que eso a Dios gracias. Cerca de «Factor X» España nos llevamos mogollón de leches y de guantazos, porque la tele no tiene nada que ver con la música». Abandonaron aquella «burbuja mediática» y «estábamos solas sin saber por dónde ir. Nos mintieron mucho, nos vacilaron también otro tanto, y ya tuvo que llegar una pandemia». Recuerda Legazpi el momento de decírselo a papá y mamá: «Nuestros padres estaban temblando: estaba así, en plan ‘a ver niñas, una cosa, id con calma, terminad las carreras...’».

Ahí nació Marlena: «El punto de inflexión siempre fue la pandemia. Teníamos el proyecto, las redes como súper paradas, solo hacíamos versiones y fue un poquito de ‘o se acaba aquí o regeneramos todo’». Media canción hecha en la pandemia desde un dormitorio se convirtió en su primer single. A pesar de sus devenires, ninguna de las dos está desencantada de la industria musical, ellas ejemplo del trabajo de la hormiga y el mimo; y mucha verdad. «Desanima mucho, pero es más como el exterior antes de entrar en la corteza terrestre. Antes de meterte, encuentras mucho payaso y payasa por ahí que te intenta decir pues ‘esto es lo que es la industria’. Ahora, estamos tan arropadas, con tanto cariño, con tanto trabajo, con el equipazo que tenemos es como ‘coño, estamos en el núcleo’», narra Ana, que encuentra la teoría del equilibrio en Carol: «Sí que produce cierto desencuentro, pero es la suerte de ser dos, de ser muy cabezotas, y de que cuando una está más abajo, la otra la tira para arriba, y seguimos». Y llaman a la sensación: «Aparte de que nos encantaba, esto gusta. Algo que te anima a tener aún más ambición y a seguir llegando a metas, precisamente por ‘eso que sopla en la nuca’». La combinación perfecta: «Yo soy más negativa, o más de la mala leche, me distrae», asume Ana, y su «partenaire», «mi tándem, me dice ‘oye, relaja’. Y yo la parte que digo ‘oye, espabila, esto va muy rápido’». A nivel práctico Carolina habla de «roles compatibles»: «Ana tiene una facilidad increíble para melodías, letras, todo. Y a mí me encantan temas más para directo, o de las portadas, el tema de la web y demás». En el tema de la composición de los temas de Marlena bromeamos con ellas, porque nos han dicho que Carol está deseando que Ana vuelva a enamorarse y desenamorarse para volver a componer un temazo. «Hay canciones que realmente ya tiene Ana con su letra y con la guitarra y la melodía», adelanta Moyano, que desvela que «‘Amor de verano’, la canción del Benidorm Fest, surge de una melodía y de la previa de Ana del estribillo. Y después juntarnos en el estudio a darle el resto de forma y más con los productores. Y después hay canciones que de la nada quedamos con otros compositores, como Manuel Navarro, con David Otero, para ciertas canciones que surgen de cero en el estudio». Pero si reconoce que «ahí en la sombra incito, porque hay cosas que hay que contar y que cuanto más de verdad tienen, mejor es la canción». No descartemos el alcance de sus palabras: «La canción, aunque sean historias personales y sentimentales de Ana, se entienden, y es importante que en el escenario las dos estemos súper conectadas con la historia». Dice Marwan que uno hace muchos temas cuanto está desenamorado porque «es el momento en el que uno se hace preguntas y busca respuestas en las canciones», y Ana está completamente de acuerdo: «En mi ámbito personal, sí que me gusta mucho componer cuando estoy totalmente destrozada, pero, sobre todo, para aliviar mi cabeza y para no irme con rabia o tristeza a la cama y poder dormir más a gusto. Decir ‘pues mira, he soltado toda la mierda en un libro, porque a mí además me gusta todo escrito. No me gustan las notas de teléfono, quiero tachones, dibujos, o lo que sea, ‘lágrimas en el cuaderno’, lo que sea». Para Carolina, «hay canciones que, joder, cuando salen, como en “Todo contigo” de Álvaro de Luna: una canción que le dedicas a la persona con la que estás ahora mismo a tope..., luego igual la tengas que cantar el resto de tu vida. Siempre hay canciones más desde el dolor, aunque sean canciones movidas». Otro ejemplo que pone Legazpi es «Me sabel mal»: «Era llorando en el confinamiento encerrada». Por lo que sea las canciones de buen rollo nos llegan menos, quizá porque el «flush», como onomatopeya del flechazo, se acaba: «‘Amor de verano’ empezó así –apunta Ana-, y se acabó el ‘flush’, y fue como ‘reconstrúyelo’».

Llegado el momento del estribillo, les preguntamos cómo dos almas libres como ellas se meten en un follón como el Benidorm Fest. Carol desvela que «llevamos las dos ediciones anteriores del Benidorm Fest que nos tanteaban desde el equipo y desde Radio Televisión Española. Y no lo veíamos porque lo sentíamos como meterse en una emboscada, que cuando no tienes las cosas claras y el proyecto consolidado, me parece un fallo». Entre las razones para aceptar, otros proyectos consolidados como los de Miss Caffeina o Lérica: «Concebimos el Benidorm Fest como parte de nuestra carrera. Va a ser una cosa muy potente, que aporte, que sume de una manera u otra. Como si fuera un festival más». Además consideran que están «curtidas» en cuanto a críticas, opiniones y demás «haters» y pretenden quedarse «con la crítica constructiva. Hay que saber identificar quiénes son los que van a hacer daño o a decir mierda o buscarle tres pies al gato. Bueno, no los hay».

Me confieso con Marlena sentir que mi vida forma parte de una de sus letras, o de todas. La magia de sus temas incluye toques de realidad para bajar a tierra y mucho sufrimiento. «Todas esas cosas tienen que estar, en plan: tantas veces te lo digan, tantas veces te lo hayan hecho, tantas veces estarán en canciones», me chiva la vocalista que está encantada con «esa montaña rusa que pueda haber dentro de una letra. Me gusta que le lleve a la gente a eso». Son plenamente conscientes de lo que desatan sus canciones: «No lo puedo contar de otra manera; sé que hiciste, rompimos, y ahora estoy de puta madre y ahora y tal. Al hacerlo canción es la forma de ‘pues que te jodan’. Estoy por encima de esto y te lo estoy contando y cantando», comienza Carol para rematar Ana: «Es un gusto: lo van a escuchar esas amigas que me dieron puñaladas por la espalda, esas personas que se me han girado la cara y me han cerrado la puerta, a esa ex tóxica... Lo van a escuchar, lo van a compartir y ,además, a la gente le va a encantar, porque es algo nuestro pero genérico. Que no sé en qué momento se generaliza. Me encanta esa magia rara».

Últimos acordes para saber que Ana Legazpi le pide al 2024 todo para su familia, «yo no me veo sin ellos», mientras Carol apunta a la salud mental: «Si no la tienes, también te frena, dejas, por ejemplo, de disfrutar de la música, de los planes y del día a día».