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Cuarta gala

Lágrimas, estrategia y duelo en Formentera: lo que no viste anoche de "MasterChef Celebrity"

Cocina, confesiones y competitividad se mezclan en una gala intensa donde nada fue predecible y todo estuvo al borde de romperse

Lágrimas, estrategia y duelo en Formentera: lo que no viste anoche de "MasterChef Celebrity" RTVE

La cuarta gala de "MasterChef Celebrity 10" fue todo menos lineal. En una noche repleta de giros, contrastes y momentos para el recuerdo, Torito sacudió el plató con su jugada más valiente hasta la fecha: retar a Alejo Sauras y arrebatarle el pin de la salvación. Un movimiento arriesgado que terminó con la victoria del humorista y una cara larga imposible de disimular por parte del actor.

"Se le ha cambiado la cara", comentó Torito entre carcajadas, celebrando un triunfo que no solo fue culinario, sino simbólico. Alejo, siempre comedido, entregó el pin con ironía y un rictus que decía mucho más que sus palabras. La tensión se cortaba con cuchillo y tenedor, y el programa encontró en ese duelo un nuevo nivel de intensidad narrativa.

Pero no todo fueron rivalidades. En la prueba de exteriores, grabada en Formentera, Mariló Montero abrió su corazón de una forma que nadie esperaba. Una simple pregunta sobre almas gemelas desencadenó uno de los relatos más desgarradores que se han escuchado en el programa: la muerte de su mejor amiga y su padre en el mismo accidente de tráfico. Su serenidad al narrarlo dejó helados a todos, incluido Alejo, que apenas pudo articular palabra.

"Las cosas se lloran una sola vez", dijo Mariló con firmeza. Y en esa frase se resumió toda su filosofía de vida, su capacidad de resiliencia y ese escudo emocional que, a veces, también pesa. Fue uno de esos momentos que rebasan la televisión y se clavan directamente en el espectador.

Mientras tanto, en los fogones, Valeria Vegas se despedía del concurso tras no superar una complicada receta con lomo de conejo. A pesar del esfuerzo, su equipo no logró sacar todos los platos en exteriores y el jurado fue tajante. "Me voy de aquí sin coger manía, que creo que es importante", dijo entre emoción contenida. Su paso por el programa ha sido breve pero honesto, y se marcha sin esconder su personalidad ni su autenticidad.

Y así, entre giros inesperados, emociones a flor de piel y estrategias cada vez más calculadas, "MasterChef Celebrity" confirma por qué sigue siendo uno de los grandes fenómenos televisivos del país. Porque aquí no solo se cocina comida: también se cocina tensión, verdad, rabia y, a veces, incluso algo parecido al cariño.