Entrevista

Valeria Vegas: «Sara Montiel no estuvo con el rey»

«Súper Sara» es el documental, que ha presentado con el beneplácito de los hijos de la diva manchega: Thais y Zeus Tous

Valeria Vegas
Valeria VegasCedida

Sara Montiel se ducha desnuda en la terraza de su casa de Mallorca mientras mira fijamente a cámara. Así arranca «Súper Sara», el documental en tres entregas de la periodista Valeria Vegas (Valencia, 1985) para Max, a cuya presentación el pasado jueves acudieron sus hijos, Thais y Zeus, motor del retrato más humano de la diva de Campo de Criptana. Gracias a ellos, el hipnótico, transversal y revelador relato de Vegas está trufado de impagables videos caseros de la artista. Una leyenda a la que ser libre pasó factura. «No se comportó como debía hacerlo una mujer entonces y se lo hicieron pagar».

De lo que relata en «Súper Sara», ¿qué es lo que cree que le habría emocionado y qué le habría costado desvelar?

Le habría encantado que hablen de ella, desde las drag queens hasta su hijo Zeus, y que todos sus méritos quedan recopilados. Lo que más le habría costado sería reconocer esa tensión con la maternidad. Ella cumplía 30 y 40 y no tenía hijos, pero sus contemporáneas sí, como Carmen Sevilla.

¿Hubo censura previa?

Lo lógico es que lo hubieran hecho, pero su hija Thais, que no aparece en el documental, es la que ha promovido que sacáramos ese material. Fue ella la que me dijo «tenemos estas cintas. Os las doy y si hay algo muy fuerte, me avisas». Eran treinta VHS y nos las cedió con confianza absoluta. Esas cintas caseras de horas de grabaciones nos permiten conocer a Antonia, porque a Sara la hemos conocido todos.

Fue pionera, en ser feminista, en divorciarse, en defender al movimiento LGTBI, en adoptar.. .¿Pagó algún precio por tanta valentía?

Su valentía molesta cuando ya tiene 60 años. Ella de joven se separó a los dos meses y no pasó nada, pero cuando se casa con el cubano Tony Hernández de mayor, ahí chirriaba. Hizo todo sin pedir perdón ni permiso y la vejez le esperaba con la guadaña para darle. El régimen se lo consentía todo cuando era la estrella nacional pero había gente que le tenía muchas ganas.

Cartel de "Súper Sara"
Cartel de "Súper Sara"Cedida

En la mayor parte de sus películas hace de femme fatale. ¿Por qué dijo no al cine del destape?

A Sara que le encantaba el erotismo pero cuando llega el destape es inteligente y se niega a que un productor que le dijera que tenía que salir en bragas o desnuda de la ducha.

Además de sus cuatro bodas, y sus romances, desvela un posible romance con el mismísimo Rey Juan Carlos…¿Se calló algún amor?

No se guardó nada, de hecho cundo un par de entrevistados nos contaron lo del Rey Juan Carlos , me reuní de inmediato con Thais. Ella desmiente el romance con el emérito. Me dijo: «Mira, si mi madre si se hubiera liado con el Rey nos lo habría dicho. Que al Rey le gustara mi madre, seguro, que tonteara, puede ser».

De entre sus fantasías, destacan ese accidente de avión donde dice que salva a Jacky Kennedy o que el Gobierno canjeara sus películas por petróleo. ¿Ha conseguido saber dónde acaban las verdades y empiezan las mentiras de Antonia?

Es difícil saberlo porque ella estuvo allí, que iba a Rusia es verdad, ahora que Franco se hiciera con petróleo a cambio de las películas de Sara, pues no se sabe. Nunca sabremos si James Dean la invitó a su coche antes de estrellarse pero sí coincidió con él, y con Alfred Hitchcock, y además estaba casada el director de cine Anthony Mann. Como dicen en el documental, yo quiero creer que es verdad.

La portada de su boda con Tony Hernández hizo que la prensa rosa se ensañara y destapa declaraciones terribles de entonces. ¿Cuál le ha impactado más?

Me ha impactado ver gente, como Karmele Marchante, que es feminista, cuestionando que lleve transparencias. Creo que esos periodistas eran víctimas de su época y el público lo normalizaba. Sara fue la oveja negra pero fue la más honesta. Mientras Lola Flores hizo un robado-pactado para salir desnuda, Sara posaba desnuda directamente.

Abrió el camino a Hollywood. En el documental reivindican que merecía un Goya de Honor….

Es alucinante, de vergüenza publica, la mayor estrella de tantos años, que llegó a Hollywood y trabajó Gary Cooper o Burt Lancaster…Creo que en parte es porque se va del cine al teatro. Además, pensaban que Sara se había entregado a la frivolidad, porque iba a programas como el Missisipi. Ni a su funeral fue la gente que tenía que ir simplemente por el cargo que ocupaban.

También recuerdan la estafa de su administrador. ¿Ha conseguido saber si murió arruinada o millonaria?

Es evidente que a los hijos les dejó un patrimonio de varios pisos, pero para hacer frente a lo del administrador tuvieron que vender algunos. También conservan el babero de esmeraldas del millón de euros y cuadros de Joan Miró y Salvador Dalí, regaladas por esos pintores. Sara no fue nunca un juguete roto.