
Crisis
Alfonso Guerra no tiene dudas: "Hay cuatro fórmulas para salir de aquí y en ninguna Pedro Sánchez debe ser el candidato"
El vicepresidente del Gobierno de España desde 1982 hasta 1991 han respondido a todas las cuestiones acerca de la grave crisis interna que sufre el Partido Socialista tras las informaciones reveladas en los últimos días

Alfonso Guerra se ha pronunciado en el día de hoy en 'Espejo Público' sobre la compleja actualidad que rodea al Partido Socialista tras la supuesta trama de corrupción que acorrala Ferraz. El que fuera vicepresidente del Gobierno de Felipe González desde el 82 hasta el 91 no ha dudado en espetar que Pedro Sánchez no puede liderar este cambio y apunta a García-Page como uno de los posibles sustitutos con más méritos para liderar la reconstrucción socialista.
Hay que cambiar el rumbo dentro del partido
El histórico dirigente socialista ha afirmado con contundencia que “la militancia socialista y los votantes socialistas están conmocionados con todas estas noticias”, refiriéndose a los escándalos que afectan a la cúpula del partido. Aunque descarta que Pedro Sánchez esté directamente implicado en posibles irregularidades, Guerra considera innegable su responsabilidad política: “Tiene la responsabilidad de haber entregado el partido en las manos a unos bandidos y macarras. Cuando se ve ahora que el PSOE ha estado estos años en manos de unos macarras, unos bandidos, verdaderamente una banda que parecen 'Los Soprano'…”. Estas palabras reflejan una profunda decepción no solo con el rumbo ideológico del partido, sino con la deriva ética que, en su opinión, lo ha desvirtuado. Guerra no solo pide rendición de cuentas, sino una reflexión profunda entre los militantes: “Cada simpatizante, cada votante, tiene ante sí una decisión que tomar”. El veterano socialista sitúa el momento actual como un punto de inflexión, y plantea incluso un horizonte de relevo en la dirección del PSOE que implique una ruptura con el liderazgo de Sánchez.
Guerra no ocultó su frustración al hablar del futuro del socialismo español y de quienes podrían liderar un cambio. Recordó con emoción el esfuerzo colectivo que figuras como Felipe González, Enrique Múgica, Chiqui Venegas o Ramón Rubial hicieron por levantar el partido desde la clandestinidad a la democracia, y expresó su tristeza al ver “lo que está sucediendo” actualmente. Reclamó una regeneración profunda: “Después de lo que ha ocurrido, el PSOE tiene que oxigenarse y tiene que tener a otra persona al frente”. A su juicio, Pedro Sánchez no puede ser el candidato en ninguna de las salidas posibles: moción de confianza, dimisión o elecciones. Cuando fue interrogado por posibles sucesores, descartó algunos nombres y apuntó únicamente a Emiliano García-Page como alguien con “méritos hechos”. Al ser preguntado por las maniobras internas, negó que haya clandestinidad pero sí movimientos “discretos, reservados”. La frase que mejor encapsuló el sentimiento del sector crítico la pronunció Nicolás Redondo Terreros: “El PSOE no se hereda, se conquista”. Guerra coincidió con ese análisis, insistiendo en que el liderazgo surgirá cuando llegue el momento, pero que esperar pasivamente no es una opción. “Hay que dar el paso”, sentenció.
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