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Óscar Díaz habla así de Hacienda un año después del bote de 'Pasapalabra' : "La ley es imperfecta"
El madrileño consiguió 1,8 millones de euros en el concurso vespertino más visto de la televisión española, pero las arcas públicas se quedó 800.000€
Óscar Díaz (Madrid 1971) entró hace un año a los anales de la historia de 'Pasapalabra', tras conseguir el quinto bote más grande del concurso que emite Antena 3. Un competidor nato, el certamen presentado por Roberto Leal es una conquista más en su larga trayectoria televisiva, tras vencer tanto en 'Boom' como en 'Saber y Ganar'. Hoy ha repasado su victoria en 'Espejo Público' y ha dado a conocer al mundo, como es su vida después de un conseguir un magnífico bote de 1,8 millones de euros.
Una vida normal, pero con un millón bajo el colchón
Óscar Díaz, ganador del bote de 'Pasapalabra', ha repasado cómo ha sido este primer año tras llevarse el ansiado premio, con una reflexión sincera y serena. Aunque muchos imaginarían un cambio radical de vida tras ingresar más de un millón de euros, la realidad es muy distinta: “De los 1.800.000 euros, se han quedado en un millón más o menos”, confesaba, para luego confirmar con naturalidad: “¿800.000 euros de Hacienda? Sí, sí, sí. Es lo que toca”. Lejos de mostrar enfado, Óscar lo afronta con filosofía: “Está estipulado, no me ha dolido. También es una barbaridad de dinero lo que queda”, aunque sí admite que ley "es imperfecta". Asegura que se siente en paz y agradecido por poder organizar su vida y dar estabilidad a su familia. De caprichos, pocos: una escapada con amigos por la Toscana, y poco más. Ni siquiera ha terminado de pagar su casa: “Decidimos no amortizarla y seguimos pagando nuestra mejoría”, explicaba, con esa tranquilidad que le caracteriza. Para él, lo importante no era el dinero, sino la experiencia: “Soy un privilegiado”, afirmaba. Su rutina no ha cambiado radicalmente y asegura que sigue estudiando, aunque a un ritmo mucho más relajado que cuando participaba en el concurso.
Más allá del impacto económico, Óscar destaca la dimensión humana que ha supuesto su paso por el programa. Recuerda con cariño el periodo de calma entre la grabación del rosco ganador y su emisión: “Fueron semanas muy tranquilas. Solo lo sabían mi familia y el equipo del programa”. Pero el momento más especial llegó tras la emisión: “Lo más llamativo es ver el efecto que tiene el programa en tanta gente. Me decían: ‘Yo veía el programa con mi padre, y por eso te tenía cariño’. Suena a cuento de Dickens, pero es así”, relataba emocionado. Óscar considera que formatos como Pasapalabra conectan con el público a un nivel profundo, y eso le ha marcado. En cuanto a su vida intelectual, asegura que muchos datos aprendidos siguen con él, pero no se considera sabio: “Tiene un componente circense. Aprendes datos, pero no profundizas”. Bromea con que sus amigos ya no quieren jugar con él al Trivial, aunque encuentran alternativas: “Le damos al Catán, ahí soy peor”. Y aunque reconoce que 'Pasapalabra' no le ha abierto una nueva carrera, sí le encantaría volver en algún especial: “Sería bonito”. Mientras tanto, sigue escribiendo, estudiando y agradecido. “La vida sigue. Con paz”, concluyó.