Estreno
"Dexter: Original Sin", el lado más inexperto del asesino
SkyShowtime explora la juventud del icónico personaje, revelando su transformación, dilemas morales y los inicios de su inquietante “código”
En 2006, “Dexter” revolucionó la televisión al presentarnos a un asesino en serie que solo mataba a otros asesinos. Ahora, SkyShowtime recupera ese universo con “Dexter: Original Sin” (“Dexter: pecado original”), una precuela que explora los orígenes del icónico personaje, interpretado aquí por Patrick Gibson, en el Miami de 1991. La serie, que consta de 10 episodios y que estrena hoy la plataforma, nos transporta a los días de juventud de Dexter Morgan, cuando sus impulsos homicidas apenas empezaban a manifestarse y su padre adoptivo, Harry (Christian Slater), intentaba enseñarle a canalizar esa oscuridad a través de un “código” moral.
La premisa se apoya en un potente arranque. El primer episodio nos sitúa en un Dexter universitario, a punto de dar sus primeros pasos como analista forense en la policía de Miami. Mientras intenta entenderse a sí mismo, descubre que no puede ignorar sus impulsos más oscuros, lo que lo lleva a cometer su primer asesinato. Este debut conecta directamente con la esencia de la serie original, pero añade un enfoque fresco: vemos a un Dexter más torpe, con métodos aún por perfeccionar, lo que aporta tanto tensión como una curiosa vulnerabilidad al personaje.
La interpretación de Patrick Gibson es un acierto notable. Sin caer en la imitación, logra capturar los gestos y la inquietante calma que Michael C. Hall hizo famosos, mientras aporta un aire juvenil y perdido que resulta convincente. A esto se suma la brillante participación de Christian Slater, cuyo Harry Morgan tiene más presencia aquí que en la serie original. Su actuación combina autoridad y ternura, mostrando las grietas emocionales de un hombre dispuesto a todo por proteger a su hijo adoptivo, aunque ello implique decisiones moralmente cuestionables. Molly Brown, como una joven Debra Morgan, consigue equilibrar el carácter irascible y entrañable del personaje, aunque su interpretación aún necesita distanciarse un poco de la sombra de Jennifer Carpenter. Sí, las odiosas comparaciones son inevitables.
Uno de los puntos fuertes de “Dexter: Original Sin” es cómo reproduce el ambiente de los 90 sin caer en clichés evidentes. La fotografía juega con tonos cálidos y granulados, casi como si estuviéramos viendo los recuerdos de un viejo VHS. Miami es una ciudad vibrante, pero también se siente opresiva, con callejones oscuros y un aire constante de peligro, un reflejo perfecto de la dualidad de Dexter.
Por supuesto, la nostalgia es un arma de doble filo. La serie incluye personajes icónicos como Ángel Batista (James Martínez) y Vince Masuka (Alex Shimizu), quienes aportan frescura al elenco, aunque a veces su presencia roza el terreno de la caricatura, especialmente cuando repiten gestos o frases que los fans reconocerán al instante. Y es que la serie está llena de “huevos de pascua”, que también funcionan como guiño y juego para los especialistas. Sin embargo, estos momentos se compensan con nuevas caras, como los personajes de Patrick Dempsey y Sarah Michelle Gellar, cuya relevancia en la trama principal promete sorpresas y conflictos.
Otro aspecto destacable es la narración en off de Michael C. Hall, una decisión acertada que conecta directamente con el espíritu de la serie original. Su voz es el hilo conductor que da cohesión a esta precuela, reforzando la conexión emocional con los seguidores de toda la vida. Aunque algunas reflexiones pueden parecer redundantes, aportan una dosis de ironía y profundidad que enriquece la experiencia.
En cuanto a los asesinatos, “Dexter: Original Sin” mantiene la crudeza característica del universo Dexter. Las escenas son tensas, pero menos pulidas que en la serie original, reflejando la impericia del joven protagonista. Un enfoque que hace todo más realista, aunque en ocasiones deja la sensación de que se juega demasiado con el déjà vu.
La serie también se atreve a explorar la relación de Dexter con su madre biológica, Laura Moser, cuyo trágico destino ya conocíamos. Estos flashbacks, además de aportar contexto, profundizan en la psique del protagonista y en las razones detrás del vínculo obsesivo entre Harry y Dexter.
Aunque el camino de “Dexter: Original Sin” no está exento de obstáculos –algunas líneas narrativas pueden sentirse repetitivas y ciertas decisiones de casting no terminan de encajar–, la serie logra capturar la esencia del personaje y la atmósfera del Miami que lo moldeó. Es un regreso imperfecto, pero lleno de potencial, que equilibra nostalgia y novedad con un resultado satisfactorio.
Harry Morgan: ¿Héroe o villano?
La figura de Harry Morgan vuelve a estar en el centro de la narrativa en “Dexter: Original Sin”. Interpretado magistralmente por Christian Slater, el personaje se debate entre ser un protector y un creador de monstruos. Su decisión de criar a Dexter bajo el famoso “código” lo humaniza, pero también lo convierte en un personaje complejo y moralmente ambiguo. La serie amplía su historia, explorando los motivos detrás de sus elecciones, como la muerte de su hijo biológico y su relación con Laura Moser. ¿Es Harry un héroe trágico o el verdadero origen del “pecado” de Dexter? Una pregunta que la serie plantea con inteligencia.