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Estreno

Un "Santuario" que desafía tus dilemas éticos más humanos

La nueva serie de atresplayer reflexiona sobre el futuro, la maternidad y el control

Un «Santuario» que desafía tus dilemas éticos más humanos Atresmedia

Hay historias que golpean porque parecen improbables, y otras porque se sienten demasiado cercanas. "Santuario", la nueva serie de atresplayer que se estrena hoy, pertenece al segundo grupo. Ambientada en un futuro donde las mujeres embarazadas son enviadas a una cúpula diseñada para protegerlas de un entorno devastado por la contaminación, la serie se alimenta de los temores actuales para construir una distopía inquietantemente plausible. Lo que en apariencia es un refugio seguro, pronto se desmorona, revelando un entramado de control, manipulación y dilemas éticos que resuenan más allá de la pantalla.

Basada en el exitoso podcast homónimo de Manuel Bartual y Carmen Pacheco, "Santuario" sigue a dos mujeres cuyas perspectivas se entrelazan en un relato tan humano como perturbador. Aura Garrido interpreta a Valle, una ingeniera brillante que ve en la tecnología una herramienta para cambiar el mundo. Sin embargo, trabajar en el Santuario la coloca en una encrucijada moral donde sus ideales chocan con las grietas éticas de un sistema más interesado en el control que en la verdad. Por su parte, Lucía Guerrero encarna a Pilar, una madre cuya única prioridad es proteger a su bebé. Su llegada al Santuario, motivada por la desesperación, la enfrenta a un entorno que pronto se revela tan asfixiante como el mundo exterior.

Las interpretaciones de Garrido y Guerrero son el núcleo emocional de la serie. Garrido da vida a los conflictos internos de Valle con una sutileza que resulta tan cautivadora como desgarradora, mientras que Guerrero proyecta una fuerza que equilibra la vulnerabilidad de Pilar, convirtiéndola en un personaje profundamente empático. Juntas, no solo sostienen la narrativa, sino que le otorgan una resonancia emocional que va más allá de los límites de la ficción.

Lo que hace que "Santuario" destaque no es solo su trama, sino cómo esta conecta con problemas que ya enfrentamos. La cúpula es una metáfora de las soluciones que surgen en nombre del progreso, pero que a menudo sacrifican lo esencialmente humano. Aquí, la contaminación no es solo ambiental; también es moral, tecnológica y emocional. Cada decisión, tanto dentro como fuera del Santuario, se siente impregnada de una pregunta incómoda: ¿cuánto estamos dispuestos a ceder para sentirnos protegidos?

El equipo creativo detrás de "Santuario" traduce estas inquietudes en una experiencia visual y narrativa impactante. Bajo la dirección de Rodrigo Ruiz Gallardón y Zoe Berriatúa, la serie mantiene un ritmo calculado que no deja lugar para el alivio. La fotografía de Alberto Morango captura la perfección aséptica de un mundo diseñado para tranquilizar, pero que en realidad asfixia, mientras que el diseño de arte de Javier Le Pera construye un Santuario tan atractivo como éticamente cuestionable.

El guion, firmado por Bartual y Pacheco, es uno de los puntos más fuertes de "Santuario". En sus ocho episodios, la serie aborda la crisis climática, el impacto deshumanizador de la tecnología y los dilemas asociados a la maternidad en un mundo controlado. Lejos de ofrecer respuestas fáciles, la narrativa se convierte en un espejo que refleja las decisiones que tomamos como individuos y como sociedad. Es una advertencia disfrazada de entretenimiento: las distopías no son imaginarios lejanos, sino posibilidades tangibles.

La serie desafía al espectador a replantearse lo que considera progreso, dejando más preguntas que respuestas. Y esa, quizá, sea la verdadera magia de esta historia: recordarnos que las decisiones más pequeñas de hoy pueden convertirse en las distopías del mañana.

El misterio vibra con la música de Javier Colmen

La banda sonora de "Santuario", editada por Atresmúsica y disponible en plataformas desde el 22 de diciembre, es obra de Javier Colmen, un compositor madrileño formado en Berklee College of Music. Su creación combina sonidos electrónicos con instrumentos reales, explorando formas no convencionales para reflejar el entorno futurista de la serie. El proceso creativo comenzó antes del rodaje, permitiendo que las actrices tararearan una melodía que se convirtió en la base de la cabecera. Misterio y emoción se entrelazan en esta pieza única, perfecta para complementar la trama de la serie que se estrena hoy.