Albacete

Casualidad y coincidencia de un día nefasto

Daniel Luque se llevó la única oreja de una mala corrida de Alcurrucén en Albacete

Daniel Luque torea en redondo, en imagen de archivo
Daniel Luque torea en redondo, en imagen de archivolarazon

Albacete. Sexta de la Feria de la Virgen de los Llanos. Toros de Alcurrucén, bien presentados, manejables pero bajos de raza y sin gran fondo.

Antonio Ferrera, de azul pavo y oro, bajonazo (silencio); pinchazo, estocada caída (silencio).

Iván Fandiño, de carmesí y oro, estocada (ovación); dos pinchazos, tres descabellos, aviso (pitos). Daniel Luque, de berenjena y oro, media (oreja); pinchazo (silencio). Tres cuartos de entrada. Entre las cuadrillas, destacaron las actuaciones de Antonio Manuel Punta y Pedro Lara.

Será casualidad, o mera coincidencia, pero tras una feria interesante y muchas notas destacadas, con triunfos y actuaciones brillantes casi a diario, tuvo que ser ayer, viernes y 13, cuando se torciese el rumbo del serial. Este día, tenido como de muy mal fario en la cultura anglosajona -ya saben, Felipe IV de Francia, la Inquisición, el Gran Maestre de los Templarios, su maldición...- dicen que hay que andar con mucho ojo y evitar situaciones difíciles o comprometidas. Claro que para un torero la cosa es más difícil y hay que apechugar con lo que toque, sea viernes o sea 13. Lo bien cierto es que la sexta función del abono albacetense, con una solitaria oreja para Daniel Luque, defraudó casi por completo.

Se esperaba más, mucho más, de la corrida de Alcurrucén -seria, sin estridencias, muy aparente-, pero ninguno de los lidiados acabó de romper. Muy distraídos de salida, sin fijeza, corretones, mansos en mayor o menor medida en el caballo, en la muleta hubo algún amago de manejabilidad, algún apunte de nobleza, algún signo de posibilidad... pero sin que la cosa acabase por enderezarse.

La única oreja de la tarde fue a las manos de Daniel Luque tras acabar con su primero, que tuvo cierto temple en la muleta, embistiendo con suavidad y sin presentar grandes complicaciones. Luque le toreó muy despegado, sin acabar de verlo claro, sin cruzarse, ahogando siempre las embestidas y dejando que el toro se estrellase contra la tela. El muy serio sexto se rajó casi de salida, huyó descaradamente y rehuyó la pelea sin que el de Gerena pudiese sacar apenas algún muletazo suelto.

El primer toro de Fandiño, pese a una cierta incomodidad y ser un punto tardo, también tomó la muleta con buen son aunque casi siempre salía con la cara alta. Fandiño no se convenció nunca de las posibilidades del toro... ni de las suyas. El quinto llegó muy entero al último tercio, mosqueándose el torero vasco con ciertos comentarios del público, por lo que decidió cortar por lo sano, razón por la que fue luego pitado.

Antonio Ferrera estuvo muy espectacular en banderillas, aguantando una eternidad para clavar al quiebro un par al sexto, pero a partir de ahí buscó el aplauso fácil, sin meterse en honduras y sin buscar las vueltas a un lote que tampoco tuvo mucho que rascar.