Huelga de hambre y la boca cosida

Dos de los catorce novilleros colombianos movilizados desde el pasado mes para que vuelvan los festejos taurinos a la plaza de toros de Bogotá decidieron ayer coserse la boca, a pesar de la oposición frontal de las personas que están con ellos en su lucha.

Se trata de Alfredo Peña y Pablo Barrera. Además de la huelga de hambre que algunos de ellos mantienen desde el 5 de agosto, estos dos toreros tomaron esta desesperada medida ante la actitud desafiante e intransigente mostrada por el alcalde de la capital colombiana, Gustavo Petro. «Estamos cansados de hablar y hablar con ellos y que no exista ni un compromiso ni un respeto hacia nosotros y nuestra profesión», declararon. «Exigimos libertad», sentenciaron.

Mientras esperan la publicación de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la reapertura o no de La Santamaría, la salud de los jóvenes empeora a diario. Preocupa sobremanera la del novillero Andrés Castillo, quien sufre constantes cefaleas y está sometido a revisiones médicas cada tres horas.