Toros

Toros

Pablo del Río: «Busco la bravura de «Ruiseñor», no el mal genio»

El ganadero de Victoriano del Río hace balance de su gran corrida de toros de ayer y analiza el sexto toro, premiado con la vuelta al ruedo tras ser lidiado por José María Manzanares

José María Manzanares da un pase de pecho a «Ruiseñor»
José María Manzanares da un pase de pecho a «Ruiseñor»larazon

Los toros de Victoriano del Río protagonizaban el miércoles la corrida más completa de lo que va de Aste Nagusia de Bilbao, incluso llegando a ser premiado el sexto, de nombre «Ruiseñor», con la vuelta al ruedo. Como era de esperar su ganadero, Pablo del Río, se siente «muy satisfecho con el resultado»: «Es muy dificil que una corrida como las de Bilbao, con tanta cara, volumen y peso, dé el juego y espectáculo de ayer. Es un sueño». Antonio Ferrera, El Juli y José María Manzanares, que suman casi una jubilación, fueron los encargados de lidiar el encierro del hierro de la 'i griega', por lo que puede parecer que la experiencia es condición indispensable para exprimir las posibilidades de estos toros. «La edad y la experiencia no importan, solo las ganas de vaciarse ante el animal y un ‘motor’ de alta cilindrada», aclara el mayoral.

Aunque la corrida destacó en su conjunto, en la memoria permanecerá el nombre de «Ruiseñor», premiado con la vuelta al ruedo tras ser lidiado por José María Manzanares, que sumó otra oreja a la conseguida en su primero. Lo dijo el propio diestro ante los micrófonos del canal 'Toros', «si un toro embiste mejor al final de la faena que en el comienzo es porque se le han hecho las cosas bien», y lo confirma el ganadero: «Fue vital que Manzanares supiese ver las dificultades que siempre implicaba la bravura del animal y convertirlas en virtudes». Sobre esta condición de los astados, Pablo del Río es muy contundente: «Busco la bravura de «Ruiseñor», la que va de menos a más, no el mal genio. Este matiz es el que distinguió al cuarto (lidiado por Antonio Ferrera), del sexto (Ruiseñor)».

Esta ganadería, con fincas en Madrid y Valladolid, pasa una de sus «mejores temporadas», con toros importantes en plazas como Pamplona, Valencia o Nimes. «Este año solo guarda une espina, la del Domingo de Resurrección en Sevilla, pero espero poder quitármela este mismo septiembre».