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Rubén Pinar: «Si doy el cien por cien, la gente va a responder»

El torero manchego vuelve a Las Ventas para lidiar una corrida de los míticos Pablo Romero

Rubén Pinar, el año pasado en Las Ventas
Rubén Pinar, el año pasado en Las Ventaslarazon

La temporada no empezó como esperaba Rubén Pinar. Un traumatismo craneoencefálico mientras tentaba en Nazario Ibáñez cortó su preparación y posterior puesta a punto en una temporada vital para volver al circuito de las ferias. Ahora el manchego se encuentra en un momento dulce tras su gran actuación la semana pasada en Albacete ante una corrida de Victorino Martín. El domingo le espera Madrid y los toros de Partido de Resina.

-¿Cómo se encuentra esos días previos a la cita en Madrid?

-Con la preocupación lógica de ir a Madrid y más en la situación en la que me encuentro. Madrid es muy importante pero ahora más que nunca. No es una tarde fácil. Se trata de una corrida de las denominadas toristas y esperemos que las cosas rueden.

-Una responsabilidad doble: Madrid y unos toros únicos.

-Partido de Resina es una ganadería muy importante, muy emblemática, pero hace falta que las cosas salgan bien el domingo y que uno me permita cuajarlo como yo quiero, que es la clave a estas alturas de temporada. Madrid nunca es fácil y de ahí la preocupación de torear en la plaza más importante del mundo.

-¿Ha tentado o toreado en Partido de Resina?

-El año pasado maté una corrida y este verano, en agosto, estuvimos tentando allí. Las sensaciones fueron muy buenas. Tuve suerte, me tocó la vaca que embistió y me fui muy contento de allí. Fue un tentadero muy bueno y espero que el domingo suceda lo mismo, que los toros embistan y yo pueda estar como creo que puedo estar.

-La buena actuación el pasado sábado en Albacete con los «Victorinos» le habrá dado confianza de cara a Madrid.

-Al margen de las orejas, que sólo fue una por el fallo con la espada, ha sido una de las tardes que me ha vuelto a poner en el candelero y que me permite entrar en el circuito que yo quiero, que es el de las ferias. Pero claro, sería muy importante que ahora en Madrid las cosas rodaran como tienen que rodar para que el triunfo de Albacete coja más peso todavía y, junto al de Las Ventas, dejar ambiente para el año que viene.

-Sin duda, un escaparate de cara a final de temporada e inicio de la próxima.

-Totalmente. Es un escaparate extraordinario para que las cosas rueden. Luego nunca se sabe cómo van a salir las cosas, pero ganas y todo lo que hace falta para que las cosas salgan bien lo pondré de mi parte.

-En diciembre sufrió un traumatismo craneoencefálico mientras entrenaba en la ganadería de Nazario Ibáñez. No fue el mejor comienzo de temporada. ¿Le ha lastrado de alguna manera?

-Un golpe de esa dimensión no es fácil de digerir a la hora de ponerte físicamente a tono. Estoy con medicación porque sufro ataques epilépticos si no me trato. Aparte de toda la medicación y de ponerte bien más despacio, ahora llega la difícil parte de recuperar la confianza y sentirte en la plaza como cuando estás en los mejores momentos. Todo lleva un proceso. Hice un esfuerzo por estar en San Isidro. Las cosas desgraciadamente no salieron. En agosto empecé a torear porque antes no tenía ninguna tarde hecha, conseguí una racha buena y cada día me he ido encontrando más a gusto. Llego a Madrid en un momento bastante importante para que las cosas funcionen. Vamos a ver qué pasa.