Televisión

Las lecciones de cocina de Tamara Falcó

La hija de Isabel Preysler participa en «MasterChef Celebrity» junto a Ana Obregón y Vicky Martín Berrocal, entre otros

Tamara Falcó, durante su participación en el «talent» culinario
Tamara Falcó, durante su participación en el «talent» culinariolarazon

La hija de Isabel Preysler participa en «MasterChef Celebrity» junto a Ana Obregón y Vicky Martín Berrocal, entre otros

No tiene filtros. En el FesTVal cuenta a los periodistas los «episodios nacionales» de su familia sin necesidad casi de preguntarle. De ahí que dispare titulares a la velocidad de una ametralladora sin darse cuenta, o sí, aunque nadie discute ese aura de ingenuidad que le acompaña. Tamara Falcó participa en la cuarta edición de «MasterChef Celebrity», que estrena mañana La 1, una propuesta que aceptó porque pensaba «que todo estaba trucado. Creía que durante las grabaciones en algún momento venían y te hacían el plato. Pero, en el primer programa, dije: “Oye, ¿dónde está la gente que ayuda?”... No se funciona así, es un concurso muy exigente». Anticipa que durante las emisiones se van a ver «varios desastres culinarios como cuando estaba preparando unos espárragos y no tenía el agua hirviendo». Una lección básica que se saltó a la ligera a pesar de que antes de entrar le asesoraron Paco Roncero y Ramona, la cocinera de su casa, «a la que todo le sale riquísimo».

Sin complejos, explica que su familia no le auguraba una prolongada trayectoria en «MasterChef Celebrity». Tuvo un momento de crisis cuando se enteró que estaría unos cuatro meses rodando y que esas semanas se solapaban con sus vacaciones. «¿Sabéis lo que me dijo mi madre?: ‘‘Pero Tamara... Si te van a echar’’. No daba ni un duro por mí. Mi hermana Ana tampoco confiaba mucho. Solo me apoyaba Fernando Verdasco». Sin embargo, Isabel Preysler tuvo que rectificar: «Un día preparé un plato. Ella no estaba en casa y lo probó Mario Vargas Llosa. Cuando llegó, me comentó que también quería degustarlo y le dije que la cocina estaba cerrada».

Las lecciones del Evangelio

Ella ve como clara ganadora a la actriz Ana Milán, «aunque todos nos lo merecemos... Bueno, los Chunguitos no, que se lo tomaban todo a guasa». Sobre Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera solo tiene buenas palabras porque «cumplían con su labor». Falcó, que admite que en el concurso es fácil perder los nervios, dice que se aferró a las «lecciones del Evangelio». «Ante las críticas me decía: ‘‘Recuerda Tamara: mansa y humilde, mansa y humilde...’’. Y si en las pruebas no quedaba en buena posición pensaba que los últimos serán los primeros».

Aunque todavía no se sabe si va a llegar a la final, Falcó ya tiene un menú a la medida para aquel que lo quiera probar. El escritor fue uno de los primeros en disfrutarlo: «Era una quinoa con remolacha y, encima, un desmenuzado de pollo al curry. También tenía una especificación de salsiki, que es un yogur griego». ¿Y le gustó? «No se enteró mucho de lo que estaba comiendo, pero Mario es muy glotón. Si es sano, no le gusta. ¿Una ensalada? Dice que es para las vacas». Aunque la experiencia ha sido buena descarta participar en otro programa «porque en ‘‘Supervivientes’’ no me veo. Además es un ‘‘reality’’».