Lena Headey: «Weinstein me acosó y lamento haberme callado tantos años»

La actriz que interpreta a Cersei Lannister en «Juego de tronos» asiste a la Heroes Comic Con de Madrid.

«¡Pero, qué guapa es... y hasta se ríe!», exclamaban los jóvenes que desenfundaron los móviles–pocas veces se ha visto disparar sus cámaras con más rapidez– cuando apareció Lena Headey, que está este fin de semana en Madrid en la feria Heroes Comic Con. La actriz interpreta a la malvada Cersei Lannister en «Juego de tronos», aunque no cree que sea una villana. «Es una mujer con carácter y ambiciosa. No hace nada con el fin de quedar bien o pensando en qué dirán los demás... Si se la percibe como la ‘‘mala’’ de la serie quizá es porque no estamos acostumbrados a ver personajes femeninos con una fuerte personalidad», comenta.

Headey confirmó que ya está en marcha el rodaje de la octava y última temporada de la serie, que se estrenará en 2019, «empezó hace dos semanas, aunque no me he incorporado todavía». Sobre cómo será el final de la serie comentó con ironía: «Sé cómo termina, pero no debo decir nada porque me pueden clavar la cabeza en un palo». Sin embargo, cuando se le preguntó qué personaje resucitaría en la serie con más muertos por temporada, dijo el nombre de uno, o una, que está vivo en la séptima. Inmediatamente, los fans gritaron «spoiler» con tanta energía como si se estuviese produciendo un incendio. Mientras, ella permanecía imperturbable al nombrar a alguien de la familia Stark. Si ahora es una estrella de televisión que gana 500.000 dólares por episodio (428.595 euros) fue una carambola, ya que Gillian Anderson («Expediente X») rechazó el papel. «Siempre que la veo le doy las gracias», afirmó.

Memoria horrorosa

Cuando ella aceptó el personaje «sabía cómo evolucionaría, lo tuve claro desde el primer momento, era una superviviente y utilizaría todas sus armas para permanecer». Esas conclusiones no las extrajo de los libros de George R. R. Martin, ya que dijo con absoluto desparpajo que «había leído alguno, pero como tengo una memoria horrorosa luego no me acordé de nada».

La escena que recuerda con más agrado es paradójicamente, «el paseo de la vergüenza», en la que su personaje es humillado y vejado. «Se rodó durante tres días, tuve que cruzar desnuda–para ello se utilizó a una doble– las calles que llevan de Desembarco del Rey a la Fortaleza Roja mientras 500 extras me escupían y me lanzaban comida. Fue duro, pero muy gratificante porque pude expresar la vulnerabilidad de Cersei y la tormenta de emociones que estaba experimentando».

Y, ¿cómo se vive el fenómeno mediático de «Juego de tronos» formando parte de la serie? Headey abrió los ojos asombrada sin saber muy bien qué decir. Sobre todo, como le sucede a la mayoría de los intérpretes, porque no ve la serie después del rodaje, aunque es consciente de su impacto. «¿Cómo no me va a gustar formar parte de ello?, pero, ¿qué quiere que diga? Es mi trabajo. Sí, ya sé que no es uno cualquiera y durante ocho temporadas he vivido grandes experiencias. Ha sido y es muy emocionante que el público reciba nuestro trabajo con tanto entusiasmo». Los fans le pusieron en un brete cuando le preguntaron qué personaje de otra serie interpretaría. Contestó sin dudar y con una risa pícara: «Walter White, el protagonista de ‘‘Breaking Bad’’, era fascinante».

Al final salió el nombre de Harvey Weinstein. En octubre, a través de su página oficial en Twitter denunció que le había acosado. Los hechos ocurrieron en 2005, durante la celebración del Festival de Cine de Venecia. «Me dijo si quería salir con él a pasear por los canales y, de repente, se paró y me hizo un comentario sugerente. Respondí riéndome y le dije algo así como «venga hombre, sería como besar a mi padre». Desde ese momento no volví a trabajar para su productora Miramax». Ayer, se congratuló con las sucesivas denuncias porque «hay que denunciarlo y alzar la voz, me arrepiendo de no haberlo hecho antes. Se está creando un movimiento muy potente y es muy importante porque es un inicio para que cambien las cosas. Las actrices hemos estado mucho tiempo calladas por temor a perder trabajos o que nos boicotearan. Era un tema tabú», concluyó.