Aragón
Los comederos con carroña modifican el comportamiento de los buitres
Los buitres han modificado su comportamiento natural al haberse acostumbrado a acudir a los puntos donde de forma controlada se dejan cadáveres de ganado para alimentar aves carroñeras, según los estudios de la organización conservacionista WWF.
Este sábado se celebra el día internacional de concienciación sobre esta especie, de la que España cuenta con alrededor de 25.000 parejas, casi la mitad de ellas entre Castilla y León y Aragón, aunque Navarra, Castilla-La Mancha, Extremadura y Cataluña también conservan un número relevante de ejemplares.
Gema Rodríguez, técnico del programa de especies de WWF, ha explicado a EFE que antes el ganado que moría se abandonaba al azar en el campo, pero las medidas impuestas por la Unión Europea debido a la crisis de las vacas locas prohibieron esta práctica en 2002.
Posteriormente, se habilitaron comederos específicos, vallados para que solo puedan acceder aves, en los que se depositan de forma regular estos restos de ganado para compensar la falta de alimento en el campo que supuso para las aves carroñeras esa prohibición.
Sin embargo, los buitres, que estaban acostumbrados a rastrear el territorio en busca de esa carroña, se han habituado a acudir directamente a estos comederos, ha precisado Gema Rodríguez.
Estos comederos, los conocidos como muladares en muchas zonas rurales, han contribuido además a que estas aves se acostumbren a la presencia humana, hasta el punto de estar esperando dentro del vallado a que se deposite la carroña.
Además, especies como el buitre leonado se imponen a otras aves carroñeras de menor tamaño, como el alimoche, con lo que éstas apenas pueden alimentarse en estos lugares.
Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que tiene que ser el azar el que garantice la diversidad de estas aves, de forma que puedan coexistir distintas especies.
Este trabajo analizó el comportamiento de las aves carroñeras que dependen de la ganadería extensiva, la que está en el campo sin estabular, y las que se habían acostumbrado a comederos "artificiales y predecibles".
Los muladares, al convertir el alimento en predecible, rompen los procesos naturales de estas aves, incluidas las "relaciones positivas"que en el medio natural se producen y hacen posible que distintas especies compartan la carroña, evitando que predomine el buitre por encima de pequeñas carroñeras como el alimoche.
El estudio ha puesto en evidencia que el número de buitres en estos comederos llega a triplicar al que es habitual cuando la carroña está en el campo.
Para mitigar esta situación, comunidades como Castilla y León han elaborado un mapa con las zonas en las que los ganaderos podrán abandonar reses muertas en el campo, en determinadas condiciones y previa solicitud.
No obstante, en estas Zonas de Protección para la Alimentación de Especies Necrófagas de Interés Comunitario (ZPAEN) el abandono de carroña solo se autorizará cuando se compruebe la necesidad de alimento para estas aves.
Desde 2011, se ha vuelto a permitir a los ganaderos que dejen carroñas de sus reses en el campo, gracias a una normativa europea que ya aplican Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Cantabria, La Rioja, la Comunidad Valenciana y Cataluña.
WWF cuenta en Segovia con el refugio de rapaces de Montejo de la Vega, la mayor colonia europea de buitre leonado y donde cría una de las principales poblaciones de alimoche en España, según esta organización conservacionista.
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