Viajes
Este es el pueblo de montaña más bonito de España para National Geographic
España más 8.000 pueblos romanos, medievales, visigodos, renacentistas, modernos... pero para la conocida revista de viajes uno de ellos destaca por encima de todos
España cuenta con una gran variedad de pueblos con una rica historia, cada uno con su propia personalidad y encanto. Los hay de todo tipo:
Medievales como Albarracín (Teruel), Pedraza (Segovia) o Alquézar en (Huesca), que tienen una arquitectura y un ambiente que evocan la Edad Media y son testigos de la historia de la Península Ibérica. También están los pueblos romanos y Tarragona, Mérida o Córdoba y sus alrededores dan buena cuenta de ello. Restos arqueológicos, acueductos, anfiteatros, teatros y templos, que nos recuerdan la presencia de la cultura romana en la Península. También en zonas de Andalucía hay buenos ejemplos de pueblos con una fuerte influencia morisca, como Frigiliana (Málaga) o Moclin (Granada). O los pueblos marineros del Cantábrico como Cudillero (Asturias), San Vicente de la Barquera (Cantabria) o Camariñas (Galicia). Sin olvidar los pueblos fortificados como Morella (Castellón), Besalú (Girona) o Úbeda (Jaén).
Sin embargo, National Geographic ha elegido el pueblo más bonito de España y no figura entre los citados anteriomente. Para la revista, el pueblo más bonito es Aínsa, es una pequeña localidad de la comarca del Sobrarbe (Huesca) situada en el Pirineo aragonés, a 589 metros sobre el nivel del mar y rodeado de lugares de excepcional belleza como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural de los Cañones, la Sierra de Guara y el Parque Natural Posets Maladeta.
Con apenas 2.000 habitantes, este pueblo medieval fue levantado piedra sobre piedra en la época romana, aunque los primeros vestigios de ocupación humana en la zona se remontan a la Edad del Bronce. Durante la época romana, la zona de Aínsa era conocida como "Ansó". Tras la caída del Imperio Romano, la región quedó bajo el dominio de los visigodos y más tarde de los musulmanes. En el siglo X, el rey Sancho Garcés I de Navarra conquistó la zona y la incorporó al Reino de Navarra.
En el siglo XII, Aínsa se convirtió en una importante plaza fuerte durante las guerras entre el Reino de Aragón y el Reino de Navarra. En 1170, el rey aragonés Alfonso I el Batallador conquistó la ciudad y la incorporó al Reino de Aragón. Durante la Edad Media, se convirtió en una importante ciudad comercial y fue un importante centro de la cultura judía en Aragón.
Debido a su excepcional ubicación fue un importante centro de resistencia contra las tropas francesas en la Guerra de Independencia. Las tropas napoleónicas ocuparon la ciudad y la saquearon en 1809 y destruyeron gran parte de su patrimonio histórico y cultural. Una vez que los invasores fueron expulsados, Aínsa se convirtió en una ciudad agrícola y ganadera. Y no fue hasta el siglo XX, cuando la ciudad experimentó un auge del turismo gracias a su privilegiada ubicación en el corazón de los Pirineos y a su rico patrimonio histórico y cultural.
En la actualidad, Aínsa es un importante destino turístico en Aragón, conocido por sus impresionantes paisajes naturales, su rica historia y su deliciosa gastronomía.
Qué hacer en Aínsa
El castillo es el monumento más emblemático de la ciudad y uno de los mejor conservados de la región. Desde su torreón se puede disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad y los Pirineos. Junto a él se ubica la Plaza Mayor, centro de la vida social de la localidad, un lugar ideal para tomar algo en alguna de sus terrazas mientras se disfruta del ambiente medieval de la ciudad.
A pocos metros se encuentra la Iglesia de Santa María, un edificio románico del siglo XII que ha sido restaurado recientemente y que es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad. Otro lugar imprescindible es el Museo Etnológico de Sobrarbe, que entre sus muros encierra toda la historia y cultura de la comarca de Sobrarbe y sus gentes a través de una amplia colección de objetos y documentos.
Los amantes de la naturaleza no pueden dejar de visitar El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de los parques naturales más bonitos de España y que se encuentra a escasos kilómetros del municipio.
Para los más atrevidos, también hay una gran oferta de deportes de aventura como el rafting, el barranquismo, la escalada, el parapente o el senderismo.
Pero hay una cosa que le gusta a todo el mundo: comer. La gastronomía de Aínsa es muy rica y variada, con platos típicos como el ternasco asado, la ternera guisada, el cordero al chilindrón, las migas o el queso de cabra. Además, mientras se disfruta de sus delicias gastronómicas se puede aprovechar para probar algunos de sus vinos y licores artesanales, que son muy conocidos en la comarca.
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