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Quinta da Comporta, una puerta abierta al bienestar
Con el intenso verdor de los arrozales como telón de fondo, se ubica en el pueblo de Carvalhal,
Hay lugares que parecen estar envueltos por una magia especial, por una irresistible aureola de lujo, serenidad y tranquilidad que invita a volver una y otra vez.
Localizado en el pueblo de Carvalhal, con el intenso verdor de los arrozales como telón de fondo, descubrimos el sueño del arquitecto portugués, y responsable de este proyecto hotelero, Miguel Câncio Martins que, salvaguardando el estilo propio de esta zona litoral luso, ha construido uno de los cinco estrellas más impactantes de esta parte de Portugal.
Me refiero a Quinta da Comporta-Wellness Boutique Resort (www.quintadacomporta.com), una puerta abierta al bienestar en un escenario natural único próximo al océano Atlántico.
Su peculiar diseño (con un proyecto de construcción sostenible y guiños evidentes a la arquitectura rústica de estas latitudes) y sus aires minimalistas y cosmopolitas -aderezado por numerosas obras de arte- causan admiración en el huésped.
Una propuesta difícil de igualar y, a la vez, con una personalidad perfectamente definida imposible de copiar.
Su inauguración, en el año 2019, no pasó, como era de esperar, desapercibida. Tan es así que los reconocimientos no tardaron en llegar. Por citar uno de los primeros, fue designado por una prestigiosa revista como “una de las aperturas de hotel más excitantes” en 2019.
Sus inigualables villas (con piscinas privadas), suites y habitaciones (entre todas, superan las setenta) conforman una impresionante oferta de alto standing para el descanso merecedora de formar parte del selecto club Small Luxury Hotels of the World (www.slh.com)
Y es que, junto a la amplitud, modernidad y esmerada decoración de las habitaciones (con amenities primera calidad -marca Oryza-), se unen otros relevantes argumentos como una asombrosa piscina exterior tipo “infinity” de cuarenta metros de largo (frente a un gran campo de arrozales), un extraordinario restaurante, cabaña coworking, sala de reuniones, tienda, un salón de cine con programación diaria, zona para los más pequeños, gran aparcamiento subterráneo, etc., etc.
Todo ello, unido a la posibilidad de contratar diversas actividades como catas de vinos, practicar yoga, jugar al golf, organizar diferentes tipos de eventos, paseos a caballo, recorridos en bicicleta, tours para avistar delfines, conocer ruinas romanas cercanas o realizar paseos en barco.
La madera, un elemento esencial en muchas de sus construcciones (con una elegante sencillez de líneas), es muestra de una filosofía respetuosa con el entorno que en nada rompe, en altura y diseño, con el entorno circundante. Una arquitectura de respeto, sostenibilidad y responsabilidad ecológica.
Muchas son las cosas que llaman la atención nada más entrar en este paraíso de la tranquilidad.
Un impresionante huerto ecológico (base para muchas elaboraciones de su restaurante), unos cuidados jardines y dos espectaculares edificios de madera acristalados de más de ochocientos metros cuadrados.
Aquí se encuentran, en uno de ellos, su restaurante Inari y, en el otro, un sorprendente spa con diferentes salas de tratamientos y masajes, hamman, sauna, gimnasio y una piscina de agua caliente interior con conexión al exterior.
La apuesta por el arte, que es también una invitación para el disfrute de cuantos visitan el hotel, está presente a lo largo de Quinta da Comporta. Por citar algunos ejemplos, junto a trabajos de artesanos locales, descubriremos un gran mural del famoso artista urbano Alexandre Manuel Dias Farto (mundialmente conocido como Vilhs), paneles de azulejos de André Saravia o la monumental y original escultura ("Valquiria Inari") de Joana Vasconcelos que, suspendida en el techo del restaurante, causa admiración en los comensales.
El arroz, como es sabido, ha sido y es un elemento determinante de la economía de esta zona.
La rica historia alrededor de su cultivo no puede caer en el olvido. Por ello, Quinta da Comporta intenta, en la medida de lo posible, que perdure su legado a través de diversas vertientes que ensalzan este trabajo agrícola.
En este sentido, se ha mantenido la antigua “eira” (con el pavimento original de terracota) donde se depositaba el arroz para secarlo al aire libre, el diseño de las dos grandes estructuras de madera recuerdan a un granero (celeiro) o algunos productos de belleza de la marca Oryza Lab utilizan este cereal como base de sus fórmulas.
Imposible no mencionar su atrayente oferta gastronómica, abanderada por su restaurante Inari (nombrado así en honor a la deidad japonesa del arroz).
Con la asesoría del conocido del chef portugués Vítor Sobral, estos fogones están dirigidos por el cocinero Luis Espadana que presenta una carta variada, de alto nivel y elegantes presentaciones en un luminoso y amplio local donde las vistas son un acicate más para reservar mesa.
En definitiva, un hotel ideal para hacer una pausa frente las preocupaciones del día a día. Un retiro de lujo para dejarse mimar.
No puedo acabar estas líneas sin recordar, a los amantes del mar y la playa, que están de suerte.
Quinta da Comporta está situada en una ubicación envidiable. A pocos kilómetros de la inmensidad del Atlántico, con playas como Pego o Carvalhal, descubrimos un espacio natural (una de las extensiones de playa ininterrumpida más grandes del mundo) poco contaminado por el turismo máximo. Un verdadero paraíso.