Podemos

La APM denuncia que Podemos «acosa» y «amenaza» a periodistas

Aportan documentación que prueba una «campaña inaceptable» para crear «estado de miedo» ante informaciones críticas.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (d), junto al secretario general de Podemos Madrid, Ramón Espinar (i)
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (d), junto al secretario general de Podemos Madrid, Ramón Espinar (i)larazon

Aportan documentación que prueba una «campaña inaceptable» para crear «estado de miedo» ante informaciones críticas.

La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) hizo saltar las alarmas ayer sobre la existencia de una «campaña sistematizada de acoso personal» llevada a cabo por «el equipo directivo de Podemos, encabezado por Pablo Iglesias, así como de personas próximas a ese círculo» y dirigida contra periodistas que se sienten «acosados y presionados» cuando las informaciones que publican molestan a los dirigentes del partido morado. Para la APM este tipo de maniobras que «tratan de orientar y controlar el trabajo de los periodistas» son «totalmente incompatibles con el sistema democrático». El comunicado de la APM reconoce que la denuncia ha sido solicitada por «un grupo de periodistas que ha aportado pruebas documentales» y a los que la asociación ha decidido amparar tras celebrar una reunión en la que el peso probatorio de los elementos de juicio presentados se consideró más que suficiente para justificar la más enérgica protesta posible. «Esta inaceptable campaña, que está creando un estado de miedo entre los periodistas, tiene como fin el de persuadirles de que les conviene escribir al dictado de Podemos, además de tratar de conducirlos hacia la autocensura», denuncia el comunicado.

Desde los comienzos del partido, Iglesias y otros líderes de Podemos han mantenido un agrio pulso con los medios de comunicación que no le son afines a cuenta de lo que en la formación morada ha llegado a denominarse la «máquina de fango». Aunque se han dado ataques directos por parte de Pablo Iglesias a periodistas en concreto, el sistema que se pone en funcionamiento para «amedrentar» a informadores considerados díscolos suele ser más sutil: basta un mensaje en Twitter, Facebook, Telegram o cualquier otra red social llamando la atención sobre una noticia que cuestiona el relato que Podemos defiende para que decenas de acérrimos militantes del partido descarguen en tropel sus iras contra el periodista en cuestión. El anonimato que permiten algunas de estas herramientas de comunicación social contribuye a lo descarnado de los ataques que, en algunos casos, bordean lo delictivo. Además, el comunicado de la APM habla también de «acoso de miembros de Podemos que se materializa de manera reiterada y desde hace más de un año en ataques a periodistas en sus propias tribunas, en reproches y alusiones personales en entrevistas, foros y actos públicos, o directamente en Twitter». Paralelamente, las maniobras de presión se realizan también de «forma personal y privada con mensajes y llamadas intimidantes». Los periodistas que han buscado ampara en la APM han aportado, según se desprende del comunicado, numerosa documentación que atestigua el acoso al que se han visto sometidos por parte de dirigentes y de militantes de Podemos.

El episodio viene a sumarse a otros casos en los que dirigentes de Podemos, y concretamente Pablo Iglesias, ha hecho blanco de críticas y comentarios a periodistas –con nombres y apellidos en muchos casos– cuando éstos utilizaban expresiones que molestaban al líder.

El comunicado de la APM ha provocado «sorpresa» y extrañeza en Podemos. Pablo Echenique, secretario de organización del partido, compareció ante los medios tras la reunión del Consejo de Coordinación de Podemos y aseguró, cuando fue preguntado al respecto, que «no se sienten representados en esas acusaciones». El también secretario general de Podemos aseguró que le causaban sorpresa las denuncias de la Asociación de Prensa «en el país de la ley mordaza y en el que el 75% de los periodistas, según la propia APM, reconocen recibir presiones no por parte de los partidos sino de sus jefes y los propietarios de sus medios».

Análoga sorpresa provocó la protesta de la Asociación de la Prensa en la número dos de Podemos, Irene Montero, que dijo «no reconocerse» en las actitudes descritas en el comunicado. «Me parece extraño que se haga pública (la denuncia) antes de tener una reunión con nosotros», dijo la portavoz de Podemos en el Congreso durante una entrevista en la Cadena SER. Montero se mostró partidaria de cerrar una entrevista con representantes de la APM para conocer de primera mano el alcance y la gravedad de los hechos. «Me encantaría reunirme con la APM y esperaré a ver en qué se concreta, pero sabéis siempre estamos en disposición de escucharos y cuando tenemos que pedir perdón lo hacemos». La número dos de Podemos recordó también el dato de que el 75% de los informadores caen en la autocensura por presiones de sus superiores en los medios y añadió además que en numerosas ocasiones los medios les han imputado «delitos gravísimos» y que cuando los tribunales les han dado la razón no ha habido rectificaciones.