Morales fue el hombre del partido al marcar, de penalti, el primer tanto visitante, y fabricar el segundo. El Espanyol llegó más, pero no tuvo el premio a su insistencia.

El Levante sacó petróleo de su vista a Cornellà-El Prat al remontar su partido ante un Espanyol (1-2) que no mereció perder y que, la próxima semana, tendrá que ir a Valencia a dar la vuelta a la eliminatoria de octavos de final, si quiere seguir vivo en la Copa del Rey.

Morales fue el hombre del partido al marcar, de penalti, el primer tanto visitante, y fabricar el segundo. El Espanyol llegó más, pero no tuvo el premio a su insistencia.

Y eso que empezó dominando el Levante, que ganaba la batalla de la posesión y jugaba más en campo contrario. Sin embargo, al equipo de Sánchez Flores se le notaba cómodo. Sin sufrir atrás y saliendo a la contra a la menor ocasión.

Aun así, el partido no se jugaba en ninguna de las dos áreas. Apenas dos remates desviados -uno de Marc Navarro, por el lado local, y otro de Bardhi, por el bando visitante- antes de que se moviera el marcador.

Poco antes de la media hora, Gerard Moreno cabeceaba a gol un centro por la izquierda de Piatti. Pero el Levante igualaría, diez minutos después, gracias a un penalti que Fernández Borbalán señaló por unas manos dentro del área de Víctor Sánchez.

Las manos del jugador blanquiazul existieron, pero la jugada debía haber sido anulada con anterioridad porque, instantes antes, el balón había rebasado la línea de fondo. Aun así, Morales engañó a Diego López y puso el 1-1 en el electrónico.

El Espanyol, mejor que su rival en la recta final de este primer tiempo, se fue arriba en busca del gol, pero solo lo rondó en un cabezazo alto de Sergio García.

El choque empezó más movido en la segunda mitad. Boateng tuvo el gol en el primer minuto de la reanudación, pero Diego López le sacó un tiro franco dentro del área que olía al 1-2.

Gerard Moreno remató mordido poco después. El balón se marchó muy cerca del palo izquierdo de la meta defendida por Raúl y, en la jugada siguiente, Sergio García estrelló en el palo un disparo a la media vuelta.

Dos incorporaciones al ataque de Naldo -un cabezazo desviado y un tiro flojo que Raúl atajó sin esfuerzo- fue el siguiente arreón blanquiazul.

Sin embargo, el guión del partido tendría un giro inesperado a un cuarto de hora para el final, cuando Morales robaba un balón en el campo del Espanyol, se deshacía de dos defensas con un cambio de ritmo y regalaba el tanto a un recién ingresado Ivi.

Se volcaron los locales a por el empate en los minutos finales, y estuvieron muy cerca de conseguirlo. Un trallazo de Darder desde la frontal se estrellaba en el palo y, ya en el tiempo añadido, Gerard Moreno obligaba con un cabezazo a estirarse a Morales, que enviaba el balón a córner.