5 reglas de oro para una filosofía de vida optimista

La sonrisa es fundamental en el día a día. Afrontar los problemas, las complicaciones y la rutina con humor es una de las mejores opciones vitales por las que se pueden optar. Todo en la vida sabe, y se resuelve, mejor con una sonrisa, y aunque a veces cueste o se nos olvide, junto a ella hay cinco reglas de oro que nos harán afrontar el día a día desde un punto de vista optimista que nos hará mucho más felices.

1. Lo que tienes es único, evita las comparaciones: tu familia, tus amigos, tu trabajo y hasta tu rutina es algo único. Aprende a valorarlo y sobre todo, evita las comparaciones, que son odiosas. Nunca serás verdaderamente feliz si sigues mirando afuera, donde lo que estás viendo, y deseando, puede que en realidad no sea como tú crees. Hay que aprender a ser feliz en nuestra vida cotidiana.

2. Quiérete: el segundo paso para ser feliz es sentirnos cómodos en nuestra propia piel. No somos perfectos, esto es un hecho, pero lo importante es querernos tal y como somos o, en su defecto, luchar por cambiarlo, pero el sentimiento de frustración es un gran impedimento para ser feliz.

3. Siempre positivo: la vida se puede mirar desde diferentes ángulos, así que apuesta siempre por el del lado positivo. No todo es de color de rosa, ¿te imaginas qué aburrido sería?, pero tampoco todo es negro. Por el contrario, los sentimientos de enfado, estrés o tristeza son completamente normales y forman parte de la propia vida, también hay que dejarlos estar, pero no recrearse en ellos. Afronta los problemas de forma positiva y aprende del fracaso o de una mala experiencia. La vida siempre enseña algo bueno.

4. Vive el momento: ¿cuántas veces hemos hablado de la filosofía ‘mindfulness’? Hay que centrarse en el ahora, no comparar con el pasado y no anticiparse al futuro, a lo que puede o no puede pasar. Organízate el día a día y aprende a disfrutarlo. Anticiparse o resignarse no sirve de nada, vivir el momento y exprimirlo al máximo resulta mucho más gratificante.

5. Abre tu mente: vivir encerrado entre cuatro paredes no es precisamente la mejor forma de vida, y para evitarlo, tener una mente abierta es indispensable. No nos gusta sentir que estamos equivocados porque nos hace sentimos rechazados y no aceptados. Si te encuentras en la situación, y te encontrarás seguro, en la que alguien rebate tus ideas, aprovecha para aceptar y sobre todo aprender de lo que otros piensan.