Cultura

Pedro Quesada; el escultor que está revolucionando el mundo del arte en España

Premio Reina Sofía en su 53 edición y discípulo de Antonio López, Quesada está llamado a convertirse en el próximo Antonio López en nuestro país.

El artista recogiendo hace dos años el premio de manos de SM la Reina Doña Sofía.
El artista recogiendo hace dos años el premio de manos de SM la Reina Doña Sofía.EuGenIo PasToR

Desde que ganara la 53 edición del Premio de Pintura y Escultura Reina Sofía, a Pedro Quesada no dejan de lloverle los reconocimientos. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense y con una sólida formación en dibujo y escultura, Quesada se está convirtiendo en uno de los escultores más destacados del panorama del arte del momento. Nació en Madrid en noviembre de 1979 y entre los años 2002 y 2011 fue ayudante del pintor y escultor Antonio López. Relieve, pintura y escultura, todo está al alcance de este gran artista. Muchos de los expertos en el mundo del arte ya le consideran como el sucesor natural del Genio de Tomelloso.

La Obra

El trabajo de Quesada se caracteriza por ser principalmente figurativo ya que lo que le interesa al escultor madrileño es trabajar con los entresijos de la figura humana y en todas sus posibilidades expresivas que esta nos ofrece. Quesada ha sabido conectar con la infancia como nadie antes lo había hecho. Para Pedro esta es una etapa que juega un papel fundamental en su producción artística. En sus obras se ven reflejadas la inocencia, la quietud y lo sutil del ser humano. Quesada nos conecta con la vulnerabilidad y la fragilidad del alma y utiliza la infancia como vehículo de expresión. La obra figurativa de Quesada es producida con una precisión y sensibilidad únicas y nos ayuda a explorar áreas como la ternura, la dulzura y la inocencia, buscando siempre la belleza en sus obras y rehuyendo del dramatismo. Serenidad, sutileza y cuestionamiento se posicionan frente a la velocidad y lo histriónico de estos últimos tiempos.

El Estudio

Su estudio está situado sobre el Arco de Cuchilleros de la Plaza Mayor e impacta por la gran cantidad de miradas que rodean al artista. Pedro no solo nos habla de la inocencia de la niñez en sus obras sino que domina a la perfección la representación de la vejez y la vulnerabilidad que esta entraña. Nada es escabroso en su obra. Su obra está cargada de emotividad y los rostros serenos de su escultura nos devuelve a los más hondo de nuestro ser.