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Gases, eficiencia y salud: el sector del frío se reinventa ante la presión de la Unión Europea
El sector del frío industrial, doméstico y comercial tiene ante sí el reto de reducir emisiones de gases HFC hasta un 85% en 2030, según las políticas de la UE
El mercado europeo de climatización y refrigeración, con un volumen superior a 5.000 millones de euros anuales, afronta una transformación histórica. La presión regulatoria sobre los gases HFC (hidrofluorocarbonos) de alto impacto ambiental, impulsada por el Reglamento UE 517/2014, obliga a las empresas a buscar soluciones sostenibles y a replantear la eficiencia energética de sus sistemas.
Se estima que más del 40% de los equipos de refrigeración industrial deberán reemplazarse o adaptarse antes de 2030, mientras los incentivos fiscales y programas de apoyo europeos promueven la innovación verde en climatización y gases industriales. El desafío es mayúsculo, pero abre la puerta a nuevas oportunidades para quienes apuesten por la tecnología y la sostenibilidad como motores de crecimiento.
“El sector del frío no puede quedarse en el mínimo exigido por la normativa; la verdadera oportunidad está en transformar los desafíos ambientales en innovación tangible. Cada avance en eficiencia energética y reducción de emisiones debe traducirse en un impacto positivo para la sociedad y la salud de las personas. En Stag, nuestro objetivo es liderar esa transformación, demostrando que tecnología, sostenibilidad y bienestar pueden ir de la mano”, afirma Verónica Castañón Sánchez, directora general del Grupo Stag.
El reto de reducir las emisiones de HFC hasta un 85 % en 2030, según las políticas de la Unión Europea, no sólo es un desafío regulatorio: es también un potente motor de innovación. Las empresas del sector del frío industrial, doméstico y comercial están obligadas a repensar sus sistemas de climatización y refrigeración, incorporando tecnologías de nueva generación que minimicen el impacto ambiental sin comprometer la eficiencia energética. Esta transición abre la puerta a soluciones más sostenibles y seguras, desde nuevos refrigerantes hasta sistemas optimizados de gestión energética.
La sustitución de gases HFC de alto potencial de calentamiento global por alternativas de nueva generación puede reducir hasta un 80% las emisiones directas de estos refrigerantes en sistemas industriales y comerciales, según estimaciones del sector. Además, la optimización energética de los equipos contribuye a disminuir el consumo eléctrico hasta en un 25%, lo que se traduce en menores emisiones indirectas de CO₂ y un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático. La combinación de refrigerantes más limpios y sistemas más eficientes permite no solo cumplir la normativa europea, sino avanzar hacia un modelo industrial más sostenible y responsable con la salud y el medio ambiente.
La reducción de HFC representa además una oportunidad de crecimiento para la industria europea. La adopción de equipos más eficientes, la mejora en la eficiencia de los sistemas existentes y la inversión en I+D para alternativas de bajo impacto ambiental están generando un mercado dinámico que combina sostenibilidad y competitividad. Expertos del sector coinciden en que quienes lideren esta transformación tecnológica no solo cumplirán con la normativa, sino que definirán los estándares del frío del futuro, alineando eficiencia, innovación y responsabilidad ambiental.