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«Creemos que se ha recuperado la imagen de la industria cárnica tras la listeriosis»

La alcaldesa de Benaoján asevera que son más de 300 familias las que dependen del sector en el municipio

Soraya García es la alcaldesa de Benaoján
Soraya García es la alcaldesa de BenaojánLa Razón

¿Qué incidencia ha tenido en la industria cárnica de Benaoján la crisis de la listeriosis?

El impacto fue inmediato tras la alerta establecida por la empresa Magrudis, ya que Benaoján es uno de los mayores productores de carne mechada de toda Andalucía. Lo que supuso que las ventas en este artículo en concreto cayeran de inmediato en un 90%, provocando pérdidas de entorno a 400.000 euros. Y, lo peor, reajustes en la plantilla de varias empresas, con despidos y reducciones de jornadas.

¿Cuál es la situación a día de hoy de la empresa Montanera del Sur?

Afortunadamente, está operativa y trabajando, ya que las muestras que se recogieron en más de 30 superficies de la misma dieron negativo en la bacteria desde el primer momento.

¿Qué porcentaje de población del municipio vive o depende a día de hoy del sector?

Pues son más de 300 familias las que de forma directa en el municipio dependen de este sector, aunque también tiene incidencia en otros pueblos de la comarca, como Montejaque, Ronda o Arriate, ya que también tenemos trabajadores que vienen a diario desde los mismos.

¿Cuántas empresas cárnicas hay a día de hoy en Benaoján?

Hemos llegado a contabilizar en el pasado más de 40 empresas sólo aquí en Benaoján. Aunque en estos momentos contamos con 15, que son las que pudieron resistir la homologación según las normativas actuales.

¿Cuántos trabajadores se han quedado sin su puesto de trabajo como consecuencia de la crisis de la listeriosis?

En torno a unos 20 trabajadores se vieron afectados por los despidos y los reajustes de jornada. Hay que tener en cuenta que esto se produjo cuando las empresas anualmente refuerzan la plantilla con nuevas contrataciones para atender la producción de la campaña de Navidad.

¿Cree justa esa decisión?

No. Desgraciadamente la cuerda siempre se rompe por el lado más débil, y no me parece justo en modo alguno. Aunque me consta que las empresas sopesaron todas las opciones antes de llegar al extremo de los reajustes y despidos.

¿Se ha logrado recuperar la imagen?

Creemos y confiamos en que sí. Está siendo lenta la recuperación pero afortunadamente hemos trabajado duro para reducir el impacto. También hemos contado con la colaboración e implicación de muchos consumidores que no han perdido la confianza, así como de instituciones públicas y privadas que han dado respaldo a la marca Benaoján en todo momento.

¿Han hecho efecto las campañas desplegadas por Junta de Andalucía y Diputación Provincial para atajar ese daño?

Es pronto aún para valorar el efecto de dichas campañas ya que acaban de iniciarse y aún no tenemos datos al respecto, pero es de agradecer el apoyo de las instituciones supramunicipales.

¿Qué queda por hacer?

Las empresas esperan ahora el apoyo económico para paliar parte de los daños sufridos, por lo menos los generados por las devoluciones ocasionadas directamente tras el inicio de la alerta alimentaria del mes de agosto. Es una reivindicación que le trasladaron a Susana Díaz en su visita a la localidad y que ésta elevó al Parlamento andaluz, para que se atienda por parte del Gobierno de la Junta.

¿A qué época se remontan las fábricas de embutidos de su municipio?

Según los datos que han podido constatar algunos historiadores actuales, las primeras empresas se inician en Benaoján entre 1905 y 1910.

¿Hasta dónde han llegado sus productos, más allá de nuestras fronteras?

Hemos llegado a realizar exportaciones a Alemania y Francia. Actualmente el mercado lo tenemos repartido dentro de nuestro país, trabajando con grandes superficies que operan en todo el territorio español. Aunque alguna empresa está trabajando para introducirse nuevamente en el mercado europeo.

¿Cómo definiría y defendería la calidad del producto y los controles a los que se ven sometidos?

Benaoján es equivalente a excelencia. Ha sido, es y seguirá siendo un referente en cuanto a calidad, seguridad alimentaria y buenos sabores, pues nuestras empresas trabajan con rigor respetando escrupulosamente la normativa sanitaria en todo su proceso, innovando y mejorando de forma constante sus instalaciones, y aportando a sus productos el magnífico sabor que ofrecen las recetas artesanales.