Andalucía
Montero convoca el Consejo de Política Fiscal y Financiera «sin novedad» sobre el pago del IVA
El CPFF se reunirá el viernes, después del último cónclave telemático de agosto de 2018. La Junta reclamará 4.000 millones más. La ministra pretende trasladar la nueva senda de déficit de cara a los Presupuestos
El último precedente del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) tuvo lugar de forma telemática el 22 de agosto de 2018 y de forma presencial el 31 de julio de ese año. Entonces, la ministra de Hacienda María Jesús Montero trasladó a las CC AA y ciudades con Estatuto «la intención del Gobierno de impulsar la reforma del Sistema de Financiación Autonómica abriendo una nueva etapa en la que se aborden las discusiones precisas, aunando la perspectiva técnica y la política para que haya un avance efectivo». También se aprobó la creación de un grupo de trabajo para la coordinación de los tributos propios de las comunidades. De entonces a esta parte, la política territorial se ha visto suspendida en el limbo de las convocatorias electorales. Montero anunció ayer con la gravedad de un plano secuencia la convocatoria este viernes del CPFF. Las comunidades, con Andalucía y Galicia a la cabeza entre las gobernadas por el PP, y con el peso moral de regiones con Ejecutivos del PSOE como Castilla y La Mancha que también se han decantado por los tribunales por el impago del IVA, esperan sin solución de continuidad a la ministra con una larga lista de reivindicaciones. La Junta, en concreto, reclamará 537 millones por el IVA, 127 millones de las entregas a cuenta y una actualización permanente de 4.000 millones más al año.
La intención de Montero es virar al fundido en negro y limitarse a compartir con la regiones la nueva senda de estabilidad hasta 2023, clave para los Presupuestos. El Gobierno central actualizará la senda oficial aprobada por Rajoy con un objetivo de déficit del 0,5% del PIB para 2020 y estabilidad presupuestaria en 2021, objetivos que ya se saben inalcanzables. Con Montero dentro de la dirección del PSOE federal, dotada de peso orgánico a la espera de la apertura del melón de la sucesión en Andalucía, y dueña del poder más elocuente que existe en la política, el adquisitivo, el encuentro del viernes se enmarca en un contexto de tensión entre Junta y Gobierno que, salvando las distancias y los tiempos, recuerda a la confrontación de los tiempos de Chaves y Aznar, con el papel de los partidos intercambiado. En aquella ocasión, el presidente andaluz acabó con mayoría absoluta y el posterior candidato que venía de Madrid –Arenas– no consiguió el crédito suficiente en las urnas para llegar a San Telmo. Juanma Moreno ha anunciado protestas en el marco del 28F por la financiación. El consejero de Hacienda Juan Bravo también reclamará a Montero una aclaración sobre la salida a los mercados de la Junta, aparcada tras el incumplimiento de los objetivos económicos por los balances heredados de la etapa de Montero como consejera. La ministra dio por zanjada la polémica del IVA con el argumento del rechazo a las cuentas públicas y la excusa de que este «problema lo provocó Montoro en 2017». «Andalucía tiene mucho que decir, opinar y pelear en Madrid, no vamos a aceptar ni una agresión más», sostuvo el portavoz de la Junta Elías Bendodo. Con el modelo actual, «hay 220.000 andaluces que no existen para el Gobierno». La Junta seguirá con la estrategia de judicializar la deuda si no se cumplen las expectativas financieras.
El «círculo plano» del Consejo de Ministros y «los errores» de Díaz
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz Montero, que suena como alternativa, y el ministro Luis Planas, que se enfrentó a la ex presidenta en primarias. Faltaba Carmen Calvo entre bambalinas. «El tiempo es un círculo plano». La filosofía existencial de Rust Cohle (pergeñada por Pizzolatto) engarza con la sucesión de Díaz. En A3, Díaz seguía con el confesionario: «El arrepentimiento es algo muy religioso. Yo no me arrepiento. En política se reconocen errores».
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