Andalucía
Despedidas
Lunes
«Tú has debutado como columnista en el mismo periódico en el que lo hizo Gistau». Un amigo que me quiere bien me suelta esto en plena tristeza por la muerte de uno de los más grandes. Esa y la pasión por Hemingway son las únicas similitudes con él, pero no puedo evitar inflarme como un pavo. Ahora a pensar qué diría de casi veinticinco mil solicitudes de ayuda a la dependencia olvidadas en papel. ¿Intencionadamente o la tradicional indolencia socialista andaluza? ¿Y la despedida que Pablo Iglesias dedica sin despeinarse la coleta a los anticapis? Ah, como ya no les va a caer encima la columna de Gistau aquí cualquier político se atreve a todo.
Martes
Cuenta una historia apócrifa que el batería de Metallica, Lars Ulrich, buscaba nombre para su nueva banda de thrash metal cuando se encontró con un amigo que le contó una idea genial para el nombre de su nueva revista de música. Ulrich, amigos para qué, fue al registro ese mismo día y hoy es uno de los grupos más famosos de la Historia. En Izquierda Unida, comunismo siempre, dicen que el nombre de Adelante Andalucía es de todos y que no se lo pueden quedar los anticapis. No toquemos Izquierda Unida ahora, por favor.
Miércoles
«No, no, no. ¡No estamos jugando según las reglas de maese Jack!», grita el Capitán Garfio en Hook tras cargarse a un jugador del equipo contrario en un partido de béisbol justo antes de hacer una carrera contra el equipo de Jack, hijo de Peter Pan y apadrinado del pirata en ese momento. El PP ahora dice que mejor suspender la comisión de la Faffe para endurecer el reglamento. Intentar evitar un nuevo bochorno de Chaves o una nueva ausencia de Montero para no aclarar por qué empleados de la Junta se gastaron treinta mil euros de dinero público en prostitutas es comprensible pero no justifica que los ciudadanos nos quedemos sin saber qué pasó. No se pueden cambiar las reglas a mitad de partido como Garfio.
Jueves
Decía el monologuista norteamericano Bill Hicks que la vida es un paseo en el que hay que elegir entre el miedo y el amor. Teresa Rodríguez ha elegido lo segundo frente a lo primero que eligió su todavía jefe, Pablo Iglesias, que monta con nocturnidad listas alternativas. Y hay que alegrarse de la decisión de Teresa porque es un ejemplo raro en la política española y especialmente en la izquierda. Ha elegido el amor a sus ideales, por viejos y equivocados que sean, para proteger su corriente. La pena es que sea con fórmula nacionalista. Aunque claro, es la forma de que Pedro Sánchez te haga caso. Esperemos que la elección del amor, en este paseo que pregonaba el bueno de Bill, no se trunque en despecho.
Viernes
Tres años han pasado desde que me vine a vivir y trabajar en Andalucía. He tenido la suerte profesional de vivir el cambio en la Junta tras casi cuarenta años de PSOE. También he vivido momentos horrorosos y días que lo he pasado estupendamente, los dos adjetivos extremos del andaluz. Entre medias se han desmontado tópicos y se han confirmado otros como la magia de las personas que habitan aquí. También he conocido a mi Pájara y encima he debutado como columnista en el mismo periódico que Gistau. No se puede pedir más.
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