Andalucía es hoy

Lunes

Visita a la casa de Blas Infante. La primera impresión es que es la vivienda de un señor con mucho dinero y una pasión desmesurada por la Historia. Ese barroquismo oscuro me hace desconfiar, no sé si es un idealista fantasioso o un romántico enamorado de leyendas y tradiciones de campesinos y gentes humildes que puede observar como si fueran algo bucólico gracias a que no tiene que sufrirlas. Todavía no lo tengo claro pero prefiero la inocencia del romántico a la militancia del idealista.

Martes

¿Alguien compraría un jamón serrano ruso o tailandés? La respuesta es obvia pero si pensamos en la calidad de las frutas y verduras de aquí la lógica nos llevaría a comprar lo más cercano y no lo hacemos. Los agricultores nos piden que colaboremos en solucionar su problema y merece la pena hacerlo. Aunque claro, cómo culpar a alguien de buscar ahorrarse unos céntimos en la compra para abastecer su nevera carpantiana con los escuálidos sueldos que tenemos en España.

Miércoles

Ya tenemos coronavirus en Sevilla. Como Milán nada menos. Y conociendo Milán, y sobre todo Sevilla, a los de Louis Vuitton y otras marcas de lujo se les ha ocurrido sacar mascarillas para la jet. Y les ha caído encima la ira de las redes. Los de siempre consideran una frivolidad hacer negocio con la enfermedad; casi todo es un negocio hoy en día y qué. Conozco a mucha gente que se ha comprado un móvil más caro que un salario mínimo y lo pagan a plazos como una hipoteca. Hoy me he empezado a leer el «Ideal Andaluz» de Blas Infante.

Jueves

El andalucismo no es suyo, es de todos. Quieren apropiarse de la bandera verde y blanca. Nosotros hemos luchado por Andalucía más que nadie, etcétera. Prueba a adivinar quién ha dicho esto. De vuelta de la rueda de prensa veo a una señora mayor sola sentada en un banco al sol. La calle no es bonita, mira hacia sus rodillas. No se ve a nadie alrededor ni parece estar esperando a nada. Está sola mientras Andalucía prepara su fiesta.

Viernes

Fiesta de Andalucía, cuarenta años de progreso y modernización. La autonomía es un poderoso resorte de avance pero el mismo partido que la apoyó hoy empuja ese sistema hacia la quiebra desde Madrid por privilegiar a Cataluña. Andalucía no es ni más ni menos que nadie insisten. Pero no es verdad, es más en muchas cosas y es menos en otras. Y no pasa nada, no todos tenemos que ser iguales. He ahí la virtud de este gran país que se llama España pero sí que debemos tener los mismos derechos y oportunidades. Todavía me queda algo menos de la mitad del «Ideal Andaluz» y me gustaría saber cuántos de los políticos que lo reivindican lo han leído. Es un libro infumable lleno de barroquismos y conceptos difusos muy complicados de llevar a la práctica. Además su estilo es demasiado primera-mitad-del-siglo-XX, mal asunto. Mejor reivindiquemos cosas, personas y logros más modernos. Como Silvio Fernández Melgarejo, la única persona de este mundo con una medalla al Mérito Rockero y una de las personalidades más auténticas y originales que ha dado Andalucía.