Coronavirus

Marín: “Andalucía está preparada para asumir el mando el día 10 de mayo" y “tiene un plan B”

Pide a Montero que desvincule “los ERTE, los autónomos y la financiación de las comunidades” de la decisión de los partidos de apoyar o no las prórrogas del Estado de alarma, para no “amenazar”

El vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín
El vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marínlarazona

Los ERTE -expedientes de regulación temporales de empleo-, los autónomos y la financiación de las comunidades autónomas no pueden ser rehenes para que el Gobierno de España obligue a los partidos políticos a prolongar el Estado de alarma”. Es un aseveración que ha pronunciado hoy el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, tras la reunión del gabinete de crisis autonómico, para hilvanar luego que “no se puede vincular" esa decisión "a las consecuencias sociales y económicas que va a tener el Covid-19”. Desde esa convicción, el Ejecutivo andaluz ha exigido a la ministra de Hacienda y portavoz del equipo de Pedro Sánchez, María Jesús Montero, que rectifique unas declaraciones “muy desafortunadas” sobre que, sin el Estado de alarma, podrían decaer medidas ligadas a los tres apartados mencionados. Les “ha sonado a amenaza”.

Las caras enmascarilladas empiezan a ser tan habituales como las dudas de la Junta en torno al plan de desescalada diseñado por el Gobierno central. De hecho, Marín ha vuelto a insistir hoy en que les “preocupa” la “incertidumbre” y “el nivel de improvisación permanente al que están siendo sometidos” unos “españoles” que han visto cómo hoy entraba en vigor una nueva fase, sin conocer qué supone esto.

Y el Ejecutivo andaluz tiene una demanda más, aunque esta vez para otro ministro: el de Sanidad, Salvador Illa. A éste le han reclamado que aclare si el desconfinamiento en Cataluña “se llevará a cabo por zonas”, dado que pudiera ser que, al final, se vaya a imponer una norma desde Madrid “para tres o cuatro” territorios, tras negociaciones bilaterales.

En un contexto en el que todo parece transitorio, Marín ha querido dejar claro que “Andalucía está preparada para asumir el mando el día 10 de mayo, si finalmente no hay una prórroga del Estado de alarma” hasta finales de ese mes, porque Sánchez no logre recabar este miércoles los apoyos en el Congreso de los Diputados que necesita de otras fuerzas políticas, más allá del PSOE y de Unidas Podemos, que sustentan el Ejecutivo.

“Andalucía sí tiene un plan B, el señor Sánchez no, pero Andalucía sí” ha insistido el “número dos” del Ejecutivo autonómico, “para poner en marcha ese mando único, si fuera preciso”, que recaería en la Consejería de Salud encabezada por Jesús Aguirre. Ha puntualizado que “con una serie de criterios que no coinciden con los del Gobierno de España”.

Marín ha expuesto que el plan de la Junta incluye “cambios de criterio en el aislamiento de las personas”, seguimientos de positivos hasta detectar dónde se produjo el contagio y de “circuitos hospitalarios”, tanto de los enfermos de coronavirus como de otras patologías. Se engarzaría a esto una red de vigilancia “centinela”, que contaría con equipos organizados para cerrar espacios en el momento en el que se produjera un rebrote.

La región cuenta con estocaje de material suficiente para al menos ocho semanas, “más de 30.000 camas disponibles, y "un porcentaje de menos de 10 positivos por cada 100.000 habitantes”. De hecho, el vicepresidente ha incidido en que existen “25 distritos sanitarios que cumplen con todos los requisitos” para afrontar una apertura "gradual y de forma controlada”.

No se han dado detalles acerca de cómo se afrontarían, por ejemplo, las restricciones a la movilidad de los ciudadanos, al carecer la comunidad de competencias para poder afrontarlas. Tal vez porque el propio presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, ya dio por hecho ayer que la alarma se extendería hasta finales de mayo.

Marín se ha referido, por último, al anuncio de Sánchez de que destinarán 16.000 millones de euros no reembolsable a las regiones, para lamentar que 10.000 no llegarían nunca “antes del segundo semestre” del año, mientras que de los 6.000 restantes, sólo 1.000 se distribuirían en función del criterio de población y los otros 5.000 por “otros criterios diferentes” que en Andalucía se desconocen.