Coronavirus

Intermón Oxfam calcula que 200.000 andaluces más se situarán por debajo del umbral de pobreza

Andalucía es la comunidad autónoma donde más se agravará la desigualdad de renta, según un estudio de la ONG

Los efectos de la pandemia ahondan en la pobreza
Los efectos de la pandemia ahondan en la pobrezaManuel OlmedoLa Razón

Los efectos del parón económico derivado del coronavirus ya se están notando en lo social, pero el futuro inmediato se presenta más oscuro. Según un estudio de la Intermón Oxfam, 200.000 andaluces más se situarán por debajo del umbral de la pobreza próximamente, siendo la comunidad autónoma con el registro más elevado. En total, 2.859.279 andaluces engrosarán este colectivo, un 7,57 por ciento más en relación al periodo anterior a la pandemia. Además, la crisis sanitaria agravará la desigualdad de renta, siendo Andalucía la comunidad autónoma que encabeza este ranking –sin contar todavía con la puesta en marcha del ingreso mínimo vital–. La ONG valora la implementación de medidas sociales durante el estado de alarma, como la flexibilización de los ERTE, las ayudas a autónomos, la moratoria en el pago de alquileres o el subsidio para las trabajadoras del hogar. También se felicita por la articulación del ingreso mínimo vital, una medida «necesaria para reducir la pobreza en nuestro país». Sin embargo, reconoce que «queda mucho por hacer y hay colectivos que se han quedado fuera, como los migrantes en situación administrativa irregular».

En este punto, la ONG exige que la reconstrucción económica y social «no se sustente en políticas que deriven en una mayor precariedad laboral, más devaluación salarial o en el adelgazamiento de aquellas prestaciones públicas que se han mostrado imprescindibles». «A diferencia de lo ocurrido tras la crisis de 2008, debemos hacer todo lo posible para evitar que esta crisis acabe en mayores niveles de pobreza y desigualdad», apunta.

Junto a ello, plantea la necesidad de un modelo tributario «más suficiente y progresivo, considerando medidas tributarias excepcionales que atenúen la caída de ingresos derivada del parón económico y reformas fiscales de mayor calado, más estructurales, que se centren en gravar de manera efectiva el capital, la riqueza y los beneficios de las grandes empresas».