Coronavirus
El coronavirus dispara los titulados en Bachillerato un 12%
Seis mil alumnos más que el curso pasado han aprobado tras la instrucción de que el tercer trimestre solo sirviera para subir nota
Las primeras secuelas del coronavirus en la educación son positivas si se atiende a los números: un 12% más de estudiantes han obtenido el título de Bachillerato. Las circunstancias especiales creadas por el confinamiento, que obligaron a que los tres últimos meses de curso se impartieran a distancia, han disparado los aprobados: un 40% el curso pasado frente al 52% del actual. En total, 29.442 estudiantes han dado por finalizada su etapa en el instituto de los 56.202 matriculados, según datos facilitados por la Consejería de Educación y Deporte. Son seis mil que en el curso previo, cuando se matricularon 57.717 y solo aprobaron 23.191 alumnos. El desarrollo anómalo del tercer trimestre, en el que el Ministerio decidió que las notas solo podrían subir y nunca bajar respecto a las dos primeras evaluaciones, ha facilitado en gran medida ese salto. Ese aumento de aprobados se ha registrado igualmente en quienes titulaban en Secundaria, empujados por la mayor laxitud para determinar la nota final.
Durante un encuentro con periodistas, el consejero, Javier Imbroda, citó el ejemplo de “un alumno de diez” que durante el confinamiento decidió desconectar de sus estudios y aún así mantuvo sus notas. “No es lo habitual, pero ha ocurrido”, aseguró. Imbroda aportó detalles sobre la vuelta al cole en septiembre, después de anunciar la semana pasada que la Junta incorporará a 6.300 docentes como refuerzo para que las clases con más de veinte alumnos puedan desdoblarse, permitiendo así mantener la distancia de seguridad entre los niños, y cubrirán igualmente las horas que los coordinadores covid -una figura de nueva creación en cada centro- dediquen a sus nuevas tareas. Imbroda y la viceconsejera, María del Carmen Castillo, han explicado que el personal extra, con un coste superior a los doscientos millones de euros, se ha calculado para aquellos centros que tienen una ratio -número de alumnos por profesor- por encima de veinte. De esta forma, a los que tengan entre cinco y diez clases que la superen se incorporará uno; si hay entre 10 y 15 aulas con más de veinte alumnos habrá dos docentes más; tres si hay hasta 23 clases con ese número de estudiantes y cuatro cuando se superen las 23 unidades.
Sobre la incorporación del alumnado, ambos responsables han admitido que todavía hay por concretar algunos aspectos sobre las instrucciones generales que se han dado, cumpliendo con las recomendaciones de Salud. La fórmula general es establecer “unidades de convivencia” en los colegios e institutos para minimizar las interacciones entre los niños, pero será cada centro quien decida cómo establecerlas, sea por etapas educativas o cursos. Castillo también ha planteado la posibilidad de que se hagan entradas escalonadas, desde las ocho y media de la mañana, o dividir los recreos por distintos espacios si el tamaño del colegio lo permite. La reducción de las relaciones entre alumnos permitirá hacer un seguimiento de los contactos de cada alumno si se produjera un rebrote. Sobre el aislamiento en caso de registrarse un contagio, el consejero ha insistido en que dependerá de la virulencia y la decisión corresponderá siempre a las autoridades sanitarias. “Se tratará en ese centro y se aislará en función de lo que la Consejería de Salud nos diga”, ha apuntado.
En cuanto al esfuerzo presupuestario para contrarrestar la incidencia de la covid, han recordado que destinarán casi seiscientos millones de euros. Aparte del profesorado de refuerzo, se comprarán 150.000 dispositivos para que cada docente y centro dispongan de uno en previsión de un posible nuevo confinamiento, aunque considera “difícil” poder disponer de ellos en septiembre debido al volumen y a la alta demanda existente.
El plan para el regreso a las aulas debe aún certificar cuántos funcionarios volverán a sus puestos a principio de curso. Esta cifra dependerá de los docentes que integren los grupos considerados de riesgo, en principio los mayores de 60 años y los que tengan enfermedades crónicas que pudieran agravarse con el coronavirus. La Junta tendrá hasta el 31 de agosto como fecha límite para analizar sanitariamente cada caso y determinar cuántas sustituciones adicionales deberá hacer por este motivo, que se sumarán a las vacantes y bajas por enfermedad habituales de cada año.
Recaída y sin relevo a la vista
Durante el distendido encuentro hubo espacio para abordar cuestiones de índole personal y de partido. Imbroda ha relatado cómo la llegada del virus se ha unido a una recaída del cáncer que padece y que precisamente se contagió durante una sesión de radioterapia que estaba recibiendo. “Fueron días raros, me sentía muy cansado y perdí el olfato y el gusto”, ha admitido, aunque no supo que había padecido covid hasta después de pasarlo. En cuanto al “ruido de sables” dentro de su partido, el consejero ha asegurado que el vicepresidente de la Junta y líder de su partido, Juan Marín, habría descartado personalmente que vaya a producirse un relevo que le dejaría fuera del cargo.
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