Educación
La «lotería» de la vuelta al colegio: «Alea iacta est»
Los docentes y sindicatos denuncian la falta de medidas de seguridad, que varían en función de cada municipio y sus políticas y recursos propios
Hay quien utilizó como metáfora del coronavirus la lotería, en tanto cada ciudadano tiene un porcentaje de probabilidades de contagiarse que se incrementa en función de los riesgos que asume (lo que serían los décimos). En lo que se refiere a las medidas de seguridad de cada centro, se trata de «una lotería múltiple», en definición de los propios docentes, ya que la seguridad –aunque «total no existe», como repiten las autoridades– depende de varios factores: la dirección del centro; la inspección educativa (autorizando en unos colegios actividades que en otros rechaza); los medios con que cada ayuntamiento dota a sus centros –la limpieza es competencia de los consistorios, insiste la Junta–; el personal de refuerzo –que depende de la Administración regional y en muchos centros no ha llegado, según los sindicatos–; y hasta las propias familias y sus hábitos. Así, en un radio de kilómetros, y con independencia del signo político, los centros escolares se han visto provistos de más o menos seguridad. En Sevilla, en El Rubio o San Juan, con el PSOE, se han derivado partidas de los festejos. En Tomares, con el PP, y caracterizado por el músculo financiero de este municipio, también hay «más tranquilidad», señalan docentes y padres, que en otras localidades como Bormujos (PSOE). El Claustro del CEIP Clara Campoamor denunció que «nuestro centro no ofrece la seguridad que merece nuestra comunidad educativa», sin material preventivo más allá del de los propios trabajadores, ratios de hasta 27 alumnos o grupos de convivencia que ascienden «a 150 alumnos» al compartirse «baños». La pandemia, paradójicamente, al rescate del denostado latín en tanto la vuelta al cole parece remitir a Julio César ante el Rubicón: «Alea iacta est».
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