Reforma educativa

El consejero andaluz de Educación avisa de que la Ley Celaá fracasará porque “le sobra ideología”

Imbroda reclama la elaboración de una norma pactada a la que se le deje “vivir varias generaciones”

El consejero andaluz de Educación, Javier Imbroda
El consejero andaluz de Educación, Javier ImbrodaRaúl CaroAgencia EFE

El consejero andaluz de Educación y Deporte, Javier Imbroda (Cs), ha vaticinado que la última reforma educativa del Gobierno central, conocida como Ley Celaá, está “condenada al fracaso sin paliativos” porque le “falta generosidad y le sobra ideología”. En una entrevista con Efe, el consejero y ex seleccionador nacional de baloncesto afirma que en las reformas educativas “seguimos cometiendo los mismos errores del pasado” porque se gestan desde “salas legislativas” y con falta de diálogo.

“Parece mentira que algo tan sagrado como la educación de nuestros hijos esté siempre inmerso en una especie de guerra de trincheras de la que nunca salimos”, lamenta Imbroda, quien reclama la elaboración de una ley de educación pactada y que se le deje “vivir varias generaciones”.

Para paliar los efectos de esta nueva reforma educativa del Gobierno, la octava durante la democracia, el portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo, ha anunciado que la Junta ha encargado un estudio jurídico para “aprovechar cualquier resquicio” que permita “limitar” sus efectos porque asegura que “es mala” y “limita la libertad” de los padres para elegir centro para sus hijos. Imbroda, sin embargo, aboga por esperar a dar una respuesta a que culmine la tramitación de la ley porque no pierde “la esperanza” de que se llegue a algún tipo de acuerdo durante el proceso, aunque reconoce que “a lo mejor es un poco iluso o un poco ingenuo” por esperar que se produzca un acuerdo.

Ante la “incapacidad” demostrada hasta ahora por elaborar una ley educativa pactada, Imbroda aboga por adoptar una actitud de “generosidad” que ahora no existe y que “dejen las ideologías a otro lado”. ”Estamos hablando de nuestros niños y nuestros jóvenes. ¿Nadie piensa en ellos? En todas las broncas no están los niños en el foco. Que si la religión, la concertadas y las familias... ¿Y nuestros niños? Estamos con los mismos mantras de siempre”, se queja el consejero andaluz.

Uno de los aspectos que ha despertado más polémica ha sido el tratamiento de la educación concertada, que Imbroda defiende por el “gran trabajo” que desarrollan así como por la labor “social enorme” con los desfavorecidos. ”Es lamentable que un senador socialista” diga que a la concertada van los pijos, recuerda el consejero, que para promover la libre elección de centro incluyó este año una modificación en el decreto de escolarización al introducir al menos un centro público y un centro concertado en cada distrito. Imbroda se pregunta “qué significa arrimar el hombro en la concertada”, como piden los defensores de la nueva ley educativa. “Desconozco por qué ese afán por enfrentar la educación pública y la concertada”, lo que atribuye a “taras ideológicas”. ”Me parece que es un enfrentamiento absurdo y artificial” que “nos entretiene y enreda” en tareas como la transformación digital que requiere el sistema educativo, insiste el consejero, que se pregunta si la hora de religión semanal, que es optativa, es también “el problema” de la educación.

Para el próximo curso escolar, el consejero ha anunciado que aumentará los conciertos de Grado Medio de la FP para dar respuesta a los 30.000 alumnos que no logran matricularse cada año a pesar de que se aumentaron en 13.000 las plazas públicas. Ha asegurado que se siente en “la obligación legal y moral de darles una oportunidad” a esos jóvenes y que lo hará a pesar de los “prejuicios ideológicos de quien sea”.

Respecto a la educación especial, de la que critica que la última reforma la trata con “ambigüedad calculada”, subraya su defensa de “la libre elección de la familia. No sé por qué determinados grupos parlamentarios le tienen miedo a la libertad y quieren que los ciudadanos tengan que escoger sin más remedio lo que le plantean”. “Inclusión sí y educación especial, también”, resume el consejero antes de indicar que hay familias que quieren llevar a sus hijos a centros específicos de educación especial, lo que se les debe permitir a pesar de que esa decisión obliga a la administración a disponer de “muchos recursos”. Mantengamos ese equilibrio, que da la impresión que se quiere romper”, ha apostillado el titular de Educación del Gobierno andaluz.