Los terremotos continuarán en Granada «unos meses»

Medio centenar de movimientos sísmicos –el de más envergadura de 4,5 grados en la escala Richter– sobresaltaron a los granadinos la noche del martes al miércoles. Muchos abandonaron sus viviendas rápidamente ante el temor de posibles desprendimientos e incluso algunos durmieron al raso. La incertidumbre se extendía mientras las sacudidas eran cada vez más prolongadas. Hoy ha sido una jornada para el balance y, según los expertos, Granada vivirá con esta alarma durante «unos meses. Así lo aseguró a Europa Press Gerardo Alguacil, investigador del Instituto Andaluz de Geofísica, quien señaló que «es imposible predecir» lo que ocurrirá próximamente, aunque no se puede descartar que pueda venir un terremoto «más grande». Con todo, los indicadores que manejan los especialistas hacen pensar que no ocurrirá.

Aunque pueda suponer un «consuelo», lo cierto es que la concatenación de terremotos de magnitudes pequeñas «no evita» que pueda haber uno más grande. Sí matiza Alguacil que en este caso se trata de una serie de terremotos que está «dispersa, no en una misma falla». «Está en una zona donde hay un sistema de fractura bastante complejo, lo que nos hace pensar que se ha activado el sistema como ocurrió en 1970, que hubo una serie sísmica en toda la Vega granadina que duró varios meses con terremotos de estas magnitudes, pero ninguno muy fuerte».

El experto recalca que los terremotos no se producen de forma periódica y es imposible «predecir cuándo puede pasar o si habrá alguno mayor». «No podemos saberlo», mantiene, pero augura que, con los indicadores que manejan, esta serie sísmica pueda continuar «unos meses», como ocurrió con la anterior, con magnitudes similares o más pequeñas. «En principio no son alarmantes aunque es normal que la gente se asuste», mantiene Alguacil, quien llamó a la población a la calma porque en principio «estamos preparados para este tipo de terremotos» y las casas e infraestructuras resisten bien, con pequeños daños pero sin desperfectos de consideración como se está viendo en los entornos de Atarfe y Santa Fe. Aboga así por mantener la calma en estos casos, estar al corriente de las medidas de protección y practicarlas por si fueran necesarias llegado el momento.

El investigador recuerda que los terremotos de alta magnitud no son tan frecuentes en la zona. El seísmo más importante en los últimos tiempos es el de 1884 en el entorno de Arenas del Rey y Alhama de Granada, que tuvo una magnitud estimada de 6,5. Se conoce como el terremoto de Andalucía porque afectó a varias provincias y es el más destructivo de los ocurridos en los últimos siglos.

Por su parte, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, pidió «mucha calma» a los ciudadanos de Andalucía y especialmente de Granada tras los terremotos, al tiempo que indicó que «tenemos cualquier dispositivo preparado por si hubiera un terremoto de un nivel más alto». Tras visitar las nuevas instalaciones del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla, Moreno reconoció que vive este momento «con mucha preocupación», toda vez que añadió que «toda esa zona de Andalucía Oriental es una zona caliente desde el punto de vista sísmico» en la que «estamos acostumbrados a pequeños terremotos» y que le «preocupa la enorme actividad sísmica que estamos comprobando desde el mes de diciembre».

Moreno garantizó que «evidentemente los servicios de emergencias estamos con absoluta dedicación». «Tenemos cualquier dispositivo preparado por si hubiera un terremoto de un nivel más alto», aunque «espero que así no sea y que estos terremotos sirvan para descargar la tensión entre las placas tectónicas y que no nos encontremos con un terremoto por encima del nivel cinco que ya sería preocupante».

El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, estuvo en Granada y aseguró que la Junta está realizando un «seguimiento continuo de la evolución» del enjambre sísmico, por si hiciera falta activar la fase de emergencia. «Andalucía está preparada para gestionar estas contingencias porque tenemos unos servicios a la vanguardia», remarcó.