Congreso

El PSOE-A llama a la unidad, sin alusiones a la gestión de Díaz

El XIV Congreso de los socialistas en Torremolinos cierra filas con el nuevo secretario general entre críticas a la Junta. Montero dice que «estamos preparados» para elecciones

El secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas,, interviene en la primera jornada del Congreso del PSOE-A,
El secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas,, interviene en la primera jornada del Congreso del PSOE-A,Álex ZeaEuropa Press

Torremolinos volvió a convertirse ayer en epicentro de la actividad del PSOE-A. En ese municipio malagueño –entonces un barrio de Málaga– se fundó la federación socialista de Andalucía en diciembre de 1977, apenas dos semanas después de la histórica manifestación del 4D que impulsó el proceso autonómico. A ese espíritu apeló el nuevo secretario general, Juan Espadas, en su intervención en la primera jornada del cónclave, del que saldrá una nueva Ejecutiva de la que ya se conocen algunos de los nombres propuestos –Ángeles Férriz como vicesecretria, Noel Lopez como secretario general y Manuel Pezzi para presidir el partido–, que deberán corroborarse hoy junto al resto de miembros. Esa es la única incógnita de un congreso del que los socialistas han tratado de hacer una demostración de unidad a marchas forzadas, dada la rapidez del relevo de Susana Díaz –ausente ayer– y teniendo en cuenta los frentes abiertos para renovar las direcciones provinciales.

Las dos citas en Torremolinos estaban separadas por 44 años, pero las une una circunstancia: en ambas el PSOE-A no ostentaba la Presidencia de la Junta de Andalucía –en 1977 porque no se había alcanzado la autonomía y ahora porque gobiernan PP y Cs–. Y el hecho de verse obligado a jugar al ataque para ganar coloca al partido en una posición inédita. Quizá por eso el Congreso quiso ser una demostración de fuerza –con medio millar de delegados y unos dos mil asistentes–que movilice a la militancia en su tarea de «reconquistar la confianza de los ciudadanos», según palabras de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que participó en el acto de apertura junto a las secretarias generales de UGT y CC OO, la vicesecretaria del PSOE, Adriana Lastra, el presidente de la Mesa del XIV Congreso, José Luis Ruiz Espejo, y el propio Espadas, cuyo discurso central será hoy, arropado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Las llamadas a la «unidad» y a «reconectar con la gente» se sucedieron desde el escenario central del Palacio de Congresos malagueño. La más clara fue Montero al lanzar un compromiso de apoyo cerrado al líder del PSOE-A para crear «un proyecto nuevo», «reforzado» y «cohesionado». «Aquí estamos todos a tu disposición, detrás de ti», aseguró, remarcando que «te damos absolutamente nuestra confianza. Vas a poder a hacerlo, te vamos a ayudar y serás el próximo presidente de la Junta de Andalucía».

En cuanto al recurrente rumor de adelanto electoral –tocaría ir a votar a finales de 2022, si no se convocan antes– se refirió a los sondeos publicados por la Junta, el último de octube daba al PP una ventaja de 15 puntos sobre el PSOE: «Aquí no votan las encuestas, aquí vota la gente, que confía en el PSOE». Montero aseguró que «estamos preparados, que convoque cuando quiera». El municipalismo también planeó durante todo el acto. En esa línea, Férriz –coordinadora del Congreso–señaló que «nosotros tenemos la fuerza de 460 alcaldes» y «4.209 concejales». «Tenemos la fuerza de más de 800 casas del pueblo y 47.000 militantes. No hay encuesta ni propaganda que pueda con nosotros». Concluyó con una llamada a la movilización: «Vamos a salir este fin de semana con un proyecto nuevo, renovado, y te vamos a hacer presidente de la Junta de Andalucía», dijo dirigiéndose a Espadas, y recordando la necesidad de «escuchar» a la gente. «Tenemos tarea», avanzó.

Por su parte, Juan Espadas hizo un breve discurso dentro del homenaje a los fundadores del PSOE andaluz, exponiendo su intención de retomar a los valores veteranos al tiempo que «renovamos con nuevas generaciones de socialistas». Entre esos pioneros se encontraba José Rodríguez de la Borbolla, el único expresidente de la Junta presente en esta primera jornada, con las ausencias de Manuel Chaves y José Antonio Griñán –excluidos desde que fueron condenados por el «caso ERE»– y de Susana Díaz, la secretaria general saliente.