Tribunales

Una malagueña de 70 años reclama a una familia sevillana la herencia millonaria de su padre fallecido

Aporta cartas entre sus padres reconociendo el embarazo o las notas del colegio en los años 50 con su apellido paterno

El abogado Fernando Osuna
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Una vecina de Málaga de 70 años reclama a una familia de Sevilla la herencia que le correspondería al ser hija de un hombre, ya fallecido, que tuvo relaciones con su madre desde 1940 a 1945, un proceso en el que ha aportado, entre otras cosas, cartas entre sus padres donde se reconoce el embarazo o las notas del colegio en los años 50 con su apellido paterno.

Según ha informado a Efe el abogado sevillano Fernando Osuna, que se encarga de la representación legal de la mujer, la demanda que se ha presentado es contra dos sobrinos de su presunto padre, y en el caso de que el juez le dé la razón, estos tendrán que renunciar a la herencia recibida, al ser la única hija del fallecido.

La historia se remonta a los años 40, en Barcelona, cuando la madre de la demandante y su supuesto padre se conocieron cuando vivían en la ciudad condal e iniciaron una relación.

La relación se rompió en 1945, cuando la joven se quedó embarazada, y, desde ese momento, “el poco contacto que mantenían era por correo postal”, y la mujer sacó adelante el embarazo a pesar de tener solo 20 años y no tener ayuda. Cuando la niña nació, el padre se hizo cargo de distintas cantidades de dinero que le iba mandando y de su educación.

En el proceso judicial se han presentado varias pruebas, como el parecido físico entre padre e hija, “que es abrumador, a pesar de tener distinto sexo”, certificado de nacimiento en el que aparece como hija de madre soltera, intercambio de cartas que hay entre padre y madre, donde se reconoce el embarazo o de otros familiares y amigos, en igual sentido.

Además, el padre otorgó el apellido a su hija, como se refleja en documentos como las notas del colegio, y la mujer dispone de certificaciones de los pagos que recibió cuando era niña.

En caso de ser aceptada su petición, la mujer accederá a un patrimonio que se reparte entre Menorca, Barcelona y Sevilla, que se compone de palacios, tierras rústicas, viviendas, joyas, obras de arte, empresas y dinero en metálico en varios bancos.

Osuna considera que las pruebas presentadas son concluyentes, pero ha pedido al juez que los sobrinos del fallecido sean objeto de una prueba de paternidad, para comprobar que tienen parentesco de sangre con la demandante.