La liturgia milenaria de las almadrabas arranca en las aguas de Cádiz

Una temporada más, la costa de Cádiz, el espectacular frente litoral de La Janda y Tarifa, asiste a esa liturgia milenaria previa al anhelado encuentro con los grandes «gigantes de plata», los atunes rojos (Thunnus thynnus). Tras un largo invierno, las chancas rompen su silencio, dando paso al bullicio de los almadraberos y al desarrollo de todas esas faenas que desembocarán en el montaje de las almadrabas. Limpios y reparados cada uno de los elementos que dan vida a esta mágica arte de pesca (anclas, cables, boyas y redes), los almadraberos de Conil de la Frontera, Zahara de los Atunes, Barbate y Tarifa inician en estos días el calamento en la mar. Complicada y milimétrica labor de cuya suerte dependerá la eficacia de un arte comprometido con la sostenibilidad de la especie y que «da a luz» los atunes rojos más cotizados y valorados por los mercados y grandes chef.

Las capturas llegarán a partir del mes de abril, cuando el agua comience a «hervir» en los copos y el «oro rojo» de las aguas gaditanas sea motivo de celebración en las rutas y semanas gastronómicas de los pueblos con ADN almadrabero. «Afortunadamente», señala Marta Crespo, gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP51), «hemos recuperado la normalidad y los trabajos, tanto en tierra como en la mar, se van desarrollando conforme a lo previsto en cada una de las almadrabas».

Con una cuota de captura total para esta temporada de 1.068 toneladas (6.147 tiene asignadas España), la OPP51, organización que agrupa a las artes de Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa, se sigue viendo obligada a echar las redes en pesquerías que optan por vender. «Hasta la fecha –apunta– hemos adquirido 142 toneladas, en su integridad de pesquerías del Mediterráneo». «Aún estamos lejos de las 1.580 que teníamos asignadas antes de que, en 2007, se pusiera en marcha el plan de recuperación de la especie impulsado por la ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico)». «Desgraciadamente, aunque, a diferencia de otras pesquerías, vivamos solo del atún rojo y hayamos sido los más castigados por el plan de recuperación de la especie; aún estamos pendientes de disponer de la cuota necesaria», subraya. «Más aún, cuando es un hecho probado que la almadraba es el arte de pesca más sostenible que existe».

Con la Bandera de Andalucía bajo el brazo, distinción que recibió Marta Crespo de manos de la Delegación Provincial de la Junta con motivo del Día de Andalucía, la OPP51 está viviendo un año muy especial, ya que son numerosas las iniciativas que va a desarrollar con motivo de su aniversario 20+2. «La pandemia nos privó de poder celebrar nuestro 20 aniversario en su momento, pero este año nos vamos a resarcir con un programa bastante completo (exposiciones itinerantes, jornadas técnicas…), con el que queremos dar a conocer los logros alcanzados a lo largo de todo este tiempo y, de forma muy especial, nuestro compromiso con un arte de pesca sostenible, que es uno de los grandes valores de nuestra tierra y que estuvo a punto de desaparecer». Las almadrabas gaditanas generan más de quinientos puestos de trabajo directos y otros miles más a través de sectores tan claves para la provincia de Cádiz como el turístico y el de la hostelería.

Con la liturgia en marcha conviene recordar esas citas que ya tienen fecha y a las que todo amante del «oro rojo» de la costa gaditana debe asistir: la XXV Ruta del Atún de Conil del 29 de abril al 29 de mayo; la XIV Semana Gastronómica del Atún de Barbate, entre el 27 de abril y el 2 de mayo; la Ruta del Atún de Barbate, del 27 de abril al 8 de mayo, y, por último, la Ruta del Atún de Tarifa, que se celebra del 1 al 5 de junio.