Sanidad
Polémica en Portugal por el traslado de pacientes con cáncer a Sevilla para recibir tratamiento
La Asociación Oncológica del Algarve denuncia que el Hospital del Algarve deriva pacientes a una entidad privada española por falta de recursos
La Asociación Oncológica del Algarve (AOA) ha denunciado el traslado a Sevilla de pacientes portugueses con cáncer para recibir tratamiento por razones que considera “económicas”, cuando podrían ser atendidos en Faro (Algarve, sur de Portugal).
El portavoz de la asociación, Jaime Ferreira, explicó a Efe que un grupo de pacientes portugueses reciben tratamiento de radiocirugía en una entidad privada de Sevilla en virtud de una concesión del Centro Hospitalario Universitario del Algarve.
”El principio de adjudicación fue sólo el valor económico del tratamiento y no la comodidad de los enfermos”, criticó Ferreira, que denunció que los pacientes -procedentes del Algarve y el Alentejo- tienen que hacer 400 kilómetros, entre ida y vuelta, hasta Sevilla.
Ferreira subrayó que esos tratamientos ya existen en centros de Faro y que hay 17 pacientes afectados por esta situación desde 2022.”Sería explicable o aceptable si fuera cooperación de hospital a hospital... Pero el Estado portugués está destinando tratamientos a una entidad privada española”, dijo.
Lamentó además que desde el consejo de administración del hospital del Algarve no les escuchen “como representantes de los enfermos”.”Presentamos las quejas al Gobierno y al Ministerio de Sanidad (...) Dicen que el objetivo del Gobierno es crear un centro de oncología para hacer esto en el Algarve. Eso demora años. Estamos esperando un nuevo hospital desde hace 20″, aseguró
Sanidad en crisis
La sanidad portuguesa está inmersa en una crisis, especialmente en las urgencias, ante la falta de personal y de recursos.En los últimos meses se han cerrado servicios de urgencias, sobre todo de obstetricia y maternidad, y se ha denunciado que algunos días los pacientes clasificados como “urgentes” en el triaje tuvieron que esperar más de 10 horas para ser atendidos.
La crisis derivó incluso en la dimisión de la ministra de Sanidad, Marta Temido, a finales de agosto. El Gobierno socialista luso aprobó en septiembre una reforma del Servicio Nacional de Salud (SNS), que tiene como eje central la creación de una dirección ejecutiva para coordinar toda la prestación de servicios de la red pública. Además, aumenta la autonomía de los centros de salud, también a la hora de contratar recursos humanos, y crea un régimen de dedicación plena para intentar atraer más sanitarios al SNS, que será voluntario y empezará a aplicarse entre los médicos. El nuevo ministro portugués de Sanidad, Manuel Pizarro, anunció esta semana que los hospitales van a poder contratar directamente a los profesionales que necesiten, en vez de realizase a través de un concurso nacional.
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